Los familiares de Esteban Montero Montero, el tico que murió vapuleado en Honduras, están un poco más tranquilos porque este fin de semana sepultaron en Alajuelita a su ser querido.
Sin embargo, la paz no ha llegado del todo a este hogar, porque todavía no hay sospechosos del atroz ataque del costarricense en punta Castillo, en playa Trujillo de Honduras.
Tabata Montero, hermana de la víctima, dijo que esperan que la justicia sea pronta.
“Esperamos que den con el o los responsables de la agresión, porque este tipo de personas no pueden seguir haciendo daño. Mi hermano ya descansa en paz, el sufrimiento es para nosotros los familiares. No es justo que ninguna persona muera así como mi hermano”, manifestó la pariente.
Esteban tenía 32 años y fue enterrado este sábado en el cementerio de Alajuelita, cerca del lugar donde él creció.
Rocío Montero, mamá de Esteban, dijo que recuerda a su hijo como la persona más servicial, siempre dispuesto a ayudar a los demás.
La investigación está en manos de la Dirección Policial de Investigaciones de Honduras. Daniel Montero, hermano del fallecido, dijo que confían plenamente en el profesionalismo de las autoridades catrachas.
“Han sido momentos amargos, pero ante este dolor estamos muy agradecidos con las personas e instituciones que se preocuparon para repatriar el cuerpo y para que toda nuestra familia viajara hasta Costa Rica para despedirlo, en especial a Petter Avilés, al consulado costarricense en Honduras y al Instituto de Turismo y Migración de ese país”, expresó Daniel.
Esteban dejó dos hijos menores de edad.
Él sufrió la paliza la madrugada del domingo 18 de agosto anterior y murió la mañana del día siguiente en un hospital de San Pedro Sula, los doctores detallaron que los golpes en la cabeza fueron muy fuertes.