Los familiares de Diego Armando Castillo Castro, de 22 años, han pasado meses de mucho dolor por la ausencia que provocó el homicidio del joven, al parecer, a manos de un supuesto celoso.
Este lunes está programado el inicio contra un comerciante de apellido Rodriguez por homicidio; sin embargo, debía empezar a las 8 y empezó poco más de dos horas después, se desconocen los motivos.
Alejandra Castro, tía de Diego, comentó que estos días previos al juicio han sido de mucha ansiedad para la familia, sobre todo para su hermana, quien es la madre del muchacho.
“Estamos a casi un año del homicidio, en dos días se cumple. Este año ha sido el más difícil para las personas alrededor de Diego. En el momento en que él se nos dejó, había muchas cosas por resolver. Este año nos ha tocado aprender a vivir con su ausencia, eso es lo más complicado de entender. Aunque en casa todos lloran la muerte de Diego, para su mamá, Rosibel Castro, ha sido un golpe desgarrador.
“Ella sido demasiado resiliente, gracias a Dios no la ha dejado porque sino ya la hubiéramos perdido y mi mamá (abuelita de Diego) la tenemos con psicología, porque para ella ha sido muy complicado. Mi hermana se enferma constantemente, creemos que es como por una reacción del cuerpo a tanto dolor que ha vivido”, dijo.
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La familia de Diego se ha aferrado a Dios más que nunca para poder acuerparse entre todos y enfrentar tanto dolor y tantas preguntas sin respuesta.
Diego fue asesinado el 19 de abril del 2022, ese día el muchacho estaba dentro de un carro con una amiga, ella del lado del conductor y el muchacho en el asiento del acompañante, el auto estaba estacionado frente al Colegio Técnico Profesional de Santa Eulalia, en Atenas.
El reloj daba las 10:30 de la noche cuando un hombre, aparentemente el sospechoso de apellido Rodríguez, expareja de la amiga de Diego, al parecer llegó y aprovechó que la ventana del acompañante estaba abierta, miró a la muchacha y le dijo: “Majo, así los quería agarrar”, y en ese momento, supuestamente, metió el arma por la ventana y le disparó dos veces a Diego.
Las balas lo alcanzaron en el tórax y le provocaron la muerte.
Luego, Rodríguez se entregó en los tribunales de Atenas.
Entre Diego y la joven había una amistad.
“De este juicio esperamos que haya justicia porque nada nos va a devolver a mi sobrino, pero queremos que aquí en la tierra, en este plano, haya una condena”, dijo la tía.