El taxista informal Gerardo Vargas Chavarría estuvo cara a cara con la muerte ya que un sujeto que se hizo pasar por cliente lo apuñaló en varias ocasiones para asaltarlo y robarle su carro.
Una de esas puñaladas estuvo a milímetros de alcanzar su hígado, pero afortunadamente él sobrevivió a ese ataque y gracias a la ayuda de unos amigos logró recuperar su querido chuzo pocos minutos después.
Vargas contó que el sospechoso, de apellido Morales, no se fue en blanco, pues él logró darle unos buenos golpes momentos antes de que este lo apuñalara. El sujeto fue detenido por las autoridades poco después del ataque.
“La puñalada estuvo a un pelito de tocarme el hígado, gracias a Dios no tocó ningún órgano vital, porque si no sería otra historia”, recordó el taxista Gerardo Vargas.
Los hechos ocurrieron la tarde del pasado sábado 21 de mayo en Parrita, Puntarenas, cuando él se encontraba junto a unos compañeros esperando clientes.
“Eran las 6:30 de la tarde, ya estaba oscurillo, y en eso llegó un muchachillo a pedir un servicio de taxi. Me preguntó que cuánto le cobraba por llevarlo por la parte del Quilombo, aquí en Parrita, le dije cuánto era, me contestó que estaba bien y se subió al carro.
“El muchacho no me habló en todo el trayecto, pero no me pareció raro, cuando llegamos le dije que me diera tres rojitos por el viaje, pero fue ahí cuando sacó un puñal y me dijo: ‘Papito, ahora sí, eche todo lo que tiene, porque aquí mismo lo corto’, luego de eso me puso un puñal en las costillas”, contó Vargas.
Mucho temor
Lalo, como es conocido por sus amigos, dijo que él se asustó muchísimo pues nunca había afrontado una situación como esa y, cuando sintió el filo del puñal, lo único que acató a hacer fue suplicar para que no le hicieran nada.
“Yo llorando le dije que se llevara todo, pero que no me hiciera nada. Me dijo que le diera el teléfono y toda la plata que andaba, pero además de eso me dijo que se iba a llevar el carro, ahí vi que estaba fea la vara”, recordó.
Gerardo se rehusó a darle el carro, pues es la única herramienta que tiene para llevar sustento a su hogar.
Desesperado por esa situación, Lalo apagó el carro y le dijo al maleante que solo él sabía la maña para encenderlo de nuevo, pero tuvo la mala suerte de que el sujeto logró encenderlo al primer intento.
“Yo hice a bajarme del carro, pero donde vi que el mae estaba cruzando (por dentro del vehículo) para el lado del conductor, agarré la puerta y se la deje ir de un solo, entonces lo agarré de la camisa y empecé a darle. De la misma fuerza con la que le estaba dando lo saqué del carro, pero quedó como prensado con la puerta.
“Le seguí pegando, pero llegó un instante en que yo ya no aguantaba, en eso vi que había un montón de sangre y fue cuando me di cuenta que él ya me había dado (una puñalada) en el estómago y otra en un brazo que tenía todo despedazado”.
El maleante aprovechó ese momento para subirse al carro y darse a la fuga.
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Recuperaron el chuzo
Al ver que estaba gravemente herido, Gerardo empezó a gritar para que alguien lo ayudara, a los pocos minutos llegaron varios vecinos y algunos de sus compañeros que se enteraron de lo que había pasado.
“Me llevaron al hospital y yo me sentía muy débil, seguro por toda la sangre que había perdido. Al rato fue que me dijeron que unos compañeros habían agarrado al muchacho y recuperaron mi carro y mi teléfono”, añadió.
Si usted quiere ayudar a Gerardo de alguna forma puede contactarlo al teléfono 6166-8848.
Debido a las heridas que sufrió, fue llevado de emergencia al hospital Max Terán de Quepos, donde fue operado.
“De momento me estoy quedando con un amigo mientras me recupero, la idea era irme donde mis papás a Alajuela, pero no puedo porque tengo que seguir yendo al hospital para las terapias y todo eso”.
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En cuanto al sujeto que lo hirió, Gerardo dijo que en los próximos días irá a interponer la denuncia en su contra, pues aún no se encuentra en condiciones de salir.
“Del sujeto ese lo que sé es que supuestamente es de San Carlos y que antes de asaltarme a mí intentó asaltar el bus de Parrita a Quepos, al parecer le pegó un corte en los dedos al chofer”.
De momento Gerardo no tiene ninguna fuente de ingreso, por lo que está afrontando una situación muy ruda mientras se recupera.