Con un dron valorado en ¢800 mil, el cual llevaba pegadas dos cajas de leche que servían de recipientes, dos hombres intentaron meter marihuana comprimida y dos celulares al Centro de Atención Institucional (CAI) Nelson Mandela, ubicado en La Marina de San Carlos.

Sin embargo, el plan de los sospechosos, de apellidos Bejarano Agüero y Rosales Arteaga, de 29 y 20 años, no terminó como esperaban, pues fueron detenidos por policías penitenciarios que descubrieron lo que trataban de hacer.

El Ministerio de Justicia y Paz confirmó que los hechos ocurrieron minutos después de las 2 de la tarde de este miércoles 10 de noviembre, cuando los uniformados detectaron el sobrevuelo de un dron dentro de las instalaciones de la cárcel.

“Al notar el movimiento policial, las personas que operaban el dispositivo optaron por retirarlo. Producto de la rápida movilización, los policías penitenciarios dieron con las personas que piloteaban el aparato a unos 300 metros del centro penal”, explicó el Ministerio de Justicia.

Los oficiales les ordenaron a los sujetos aterrizar el aparato volador, el cual terminó cayendo dentro de una finca aledaña.

Cargadas y no con leche

Nils Rojas, subjefe del OIJ de San Carlos, detalló que al momento de ser detenidos, Bejarano y Rosales se encontraban al lado de una motocicleta, además tenían una especie de maletín en la que se encontraba el control del dron.

“Los agentes corroboraron que las dos cajas de leche estaban siendo utilizadas para introducir marihuana comprimida a la cárcel, además, en cada una de las cajas había un teléfono celular y varias tarjetas SIM (telefónicas)”, añadió Rojas.

El uso de drones en este tipo de casos se ha hecho muy usual, motivo por el cual los uniformados no pierden de vista lo que pasa en el cielo.

Anteriormente se dieron casos incluso más insólitos que este, como por ejemplo en La Reforma, en San Rafael de Alajuela, donde algunos reos entrenaban gatos para que transportaran drogas a las celdas. Uno de estos felinos fue pescado en julio del 2018.

También está el muy recordado caso de “Narqui”, la narcopaloma que fue “arrestada” el 11 de agosto del 2015, cuando la Policía Penitenciaria la agarró con 14 gramos de cocaína en una patica y 14 gramos de marihuana, cuando llevaba dicha carga a La Reforma.

Chuzo de dron

Edgar Solano, administrador del grupo Drones de Costa Rica, contó que el aparato usado por los sospechosos no era un simple juguete, se trata de un DJI Mavic Air 2, que es considerado como un dron de alta gama.

“Es un dron relativamente nuevo y tiene un valor de aproximadamente ¢800 mil. Ese dron tiene un alcance de hasta 12 kilómetros, además cuenta con una cámara de 48 megapíxeles y graba videos en calidad 4K, imagínese que incluso esa cámara se puede usar para cinematografía”, detalló.

Solano también dijo que ese dron es bastante potente, pues tiene la capacidad de levantar y transportar cargas de hasta 700 gramos.

“Además, tiene un dispositivo especial para soltar carga, como una especie de garra, que se acciona con las luces delanteras del dron, es decir, cuando las luces se apagan suelta la carga”, añadió.

Según Solano, por lo general los delincuentes se hacen de estos drones tras estafar a las personas que los venden en redes sociales, a quienes les envían un imagen falsa de un deposito bancario para que entreguen el dispositivo a un transportista o mensajero enviado por el maleante.

“Eso ha sido un gran problema, en el grupo he tratado de darle énfasis a la situación para que los miembros no caigan en esa clase de timo, porque como bien sabemos, el hampa no va a gastar ¢800 mil para hacer algo como esto.

“Es más, estoy casi seguro que ese dron es de un miembro del grupo, porque ahí cada nada publican que los timan con los drones”, finalizó Solano.