Diego Gipson Alvarado, de 36 años, tenía un gran sueño que estaba cerca de cumplirse, él deseaba irse a los Estados Unidos para estar con su papá y darle una mejor vida a su esposa y a sus seis hijos, de los cuales solo una pequeña niña era de él.
Uno de los amigos más cercanos de Diego, Rosbill Argüello, nos contó un poco sobre la víctima y la tristeza que viven por su muerte y la del niño.
Diego y su hijastro Keider Zeledón Cortés, de 9 años, se convirtieron en las últimas víctimas mortales que dejó la influencia indirecta de la tormenta tropical Sara sobre el país, ellos fueron arrastrados por un río en Los Cruzados de Guácimo cuando regresaban de comprar comida en un comisariato en una finca piñera.
Aparentemente, el agua subió y los arrastró, el niño apareció el lunes y Diego fue encontrado el martes. Ambos fueron buscados por familiares, amigos y cuerpos de socorro.
Rosbill nos contó que la última vez que se vio con Diego fue hace una semana y media.
“Yo soy taxista y vi a Diego que andaba haciendo unos mandados, me saludo y me dio un abrazo, ¿quién iba a pensar que iba a ser la última vez que nos veíamos?”, recordó Rosbill.
“Yo aún estoy como en shock y no puedo creer lo que pasó, hoy he llorado mucho porque como que entre en razón de lo que está sucediendo y la verdad me duele mucho porque era un buen amigo, éramos confidentes y él me contaba cosas que, bueno, yo me las voy a llevar a la tumba, teníamos mucha confianza”, dijo.
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Este taxista nos contó que hace años, cuando él era muy joven, una norteamericana, Alice Gipson, llegó a su casa de intercambio y aunque han pasado los años para su familia, ella es una hermana.
“Hace cinco años Alice me llama y me dice que necesita que busque a su hermano, para que su papá lo pueda conocer, ella me da información y yo supe quién era, lo fui a buscar, era Diego, el mismo muchacho que murió en el río, mi amigo, pocos meses después de encontrarlo su hermana Alice y su papá Daniel vinieron al país a conocerlo y la verdad fue que ese encuentro fue muy bonito, él y su papá eran dos gotas de agua, yo los acompañé esos días que anduvieron juntos”, dijo Rosbill.
Diego desde ese momento creó un vínculo con su papá y empezó a tratar de tenerlo presente en su vida para recuperar un poco el tiempo y su papá estaba muy feliz de conocerlo.
“Diego quería convertirse en ciudadano americano, él se podía ir para allá de ilegal, pero él no quería afectar a su familia, ya ese sueño estaba pronto de cumplirse, convertirse en ciudadano norteamericano, él quería irse para darle una vida mejor a su esposa y a sus hijos, aunque solo la niña era de él (tiene dos añitos), a todos los quería mucho, y deseaba poderles dar mejores cositas y oportunidades”, aseguró el amigo.
“El papá de Diego no podía viajar porque ya es mayor, entonces él quería ir a Estados Unidos para poder acurrucar a su papá, cocinarle, acompañarlo y estar con él, que pudiera también compartir con su nieta”.
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Diego se ganaba la vida como peón agrícola, sus ingresos eran muy bajitos, pero estaba luchando por salir adelante.
“La familia en los Estados Unidos estuvo muy angustiada, igual que todos cuando estaba desaparecido y ahora tienen, igual que yo, un gran dolor de saber que murió, un hermano va a venir para estar en el funeral, y también su madre y el resto de su familia que es tica”, dijo Rosbill.
El amigo asegura que Diego era un hombre muy humilde, incluso, recuerda una anécdota de unos zapatos de cuero que le regalaron a Rosbill y él se los dio a Diego un día que llegó a visitarlo.
“Cuando los vio me dijo ‘¡que finos!’ y le dio mucha vergüenza, yo creo que ni los usó para no gastarlos, y ahora en la mañana me estaba recordando de eso y me hizo gracia, me conmovió. Él era muy servicial y nunca se le negaba al trabajo, todo era su hija Daniela, él estaba como loco con la chiquita, le puso ese nombre en honor a su papá que se llama Daniel”, dijo el allegado.
Rosbill desea mantener en su mente los momentos que como amigo compartieron, disfrutaron y rieron y claro que le duele mucho la ausencia de Diego, pero atesora con él la amistad que le dio.
El cuerpo de Diego fue entregado este miércoles a la familia, ellos lo van a despedir en La Virgen de Sarapiquí, de donde el hombre era oriundo.