Con el fin de no ser vinculado con la desaparición y homicidio de dos amigas en Limón, un grupo criminal pintó de otro color el carro en el que habrían transportado los cuerpos de ambas mujeres hasta un sector desconocido, sin embargo, dicha acción no les sirvió de nada.

Por medio de varias diligencias, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) logró demostrar científicamente el color original del carro, el cual coincidía con el vehículo utilizado al momento de los hechos. Además, encontraron rastros de sangre en dicho vehículo.

Este hecho fue dado a conocer por la Policía Judicial este martes en la premiación a las mejores investigaciones del 2023, cuando se otorgó el segundo lugar al caso denominado “Las Américas”, en el que se investigó la desaparición y homicidio de las amigas Kristel Aguilar Ortiz, de 22 años, y Nahomy Ramírez Jiménez, de 21.

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Por este caso, el OIJ identificó a cuatro hombres como sospechosos de los hechos, estos son de apellidos Venegas Porras, Vanegas Sánchez, Rosales Rodríguez y Luna Valle; los tres primeros permanecen detenidos, mientras que el último falleció en un aparente accidente en Nicaragua.

El caso inició luego de que la Policía Judicial fue alertada acerca de que ambas mujeres desaparecieron misteriosamente el pasado 17 de febrero, luego de que salieron a una aparente fiesta en una casa en barrio Las Palmeras, en Limón, la cual fue allanada cuatro días después.

“En la vivienda había ocurrido un hecho de sangre bastante violento, ya que con la aplicación de técnicas científicas se recolectaron varias muestras de sangre, las cuales al ser comparadas con perfiles genéticos de familiares, se logró determinar la certeza de que los perfiles de ADN obtenidos en la vivienda, correspondían a los de las mujeres reportadas como desaparecidas”, detalló el OIJ.

Carros fueron claves

Por medio de vigilancias e intervenciones telefónicas, los agentes identificaron a los cuatro imputados, los cuales fueron ligados con los carros usados en los hechos y que fueron grabados por varias cámaras de seguridad.

El primero en caer fue Venegas, a quien detuvieron en un aeropuerto cuando este pretendía salir del país. Según las autoridades, este fue quien llevó a las víctimas hasta el lugar del hecho.

Vanegas Sánchez fue ubicado en la vivienda en la que ocurrieron los asesinatos con un vehículo, el cual no poseía placas, sin embargo, los rastreos telefónicos lo ubicaron en el sitio al momento del hecho y en el traslado de las mujeres hasta una finca en donde se presume desaparecieron los cuerpos.

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“El vehículo utilizado por los sospechosos se logró individualizar tras su importación y registro, el momento de la compra en el extranjero por parte del sospechoso, así como el trámite efectuado por él para la inscripción y el cambio de características, queriendo con esto borrar los indicios que vinculaban al carro con el hecho, en el cual también se efectuaron pericias científicas, logrando demostrar la ubicación de sangre humana en el automotor, incluso lo habían pintado”, detallaron.

Rosales Rodríguez, dueño de la casa donde habrían asesinado a las mujeres, fue detenido poco después de que este abandonó la vivienda tras haberla limpiado para borrar cualquier posible rastro, situación que no le sirvió de nada.

El OIJ confirmó que los sospechosos formaban parte de una banda organizada dedicada al tráfico de drogas y armas dirigida desde Honduras. Hasta el momento, se desconoce el paradero de los cuerpos de las amigas.