Dos de los tres sospechosos del homicidio de un joyero en Cartago decidieron acogerse a un juicio abreviado, antes de que el Tribunal Penal de Cartago arrancara con el debate que estaba programado para la mañana de este lunes 19 de diciembre.
En el banquillo de los acusados estaban señalados tres hombres de apellidos Rodríguez, Mora y McQuillan, pero en el caso de Mora éste no se presentó al debate y fue declarado en rebeldía por lo que será detenido y presentado en los tribunales.
El juicio estaba programado a las 8:00 de la mañana, y dos horas después -cuando iba a dar inicio- el fiscal indicó que los sospechosos y sus defensores estaban de acuerdo en someterse a un proceso abreviado en el que aceptan el cargo por el homicidio de Franklin Serrano Bravo de 62 años, dueño de la joyería Zafiro Azul.
Al parecer, los sospechosos Rodríguez y McQuillan aceptaron acogerse al abreviado lo que conllevaría una pena de prisión de hasta 18 años, de lo contrario el tope de esa pena puede ser de 35 años. Ellos escucharán la acusación y después una jueza se encargará de la sentencia e informará el fallo.
Mora tendrá que enfrentar un juicio por aparte.
Don Franklin fue asesinado el 11 de noviembre del 2021 en su local ubicado en el centro de Cartago.
El joyero se enfrentó a los delincuentes que se metieron en su negocio, y recibió varios disparos que le provocaron la muerte.
Los testigos en aquel momento indicaron que don ‘Frank’, como le decían de cariño, recién estaba abriendo el negocio junto a dos dependientes, en ese momento dos hombres llegaron y los amenazaron con armas de fuego.
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En apariencia, exigieron que les abrieran la caja fuerte y el dueño les dijo que estaba abierta. Luego, al parecer, hubo un enfrentamiento.
“En ese momento se dio un altercado entre Frank y uno de los asaltantes, momento en el que en apariencia le disparó y lo impactó en varias ocasiones, los sujetos se dieron a la fuga sin lograr llevarse nada”, dijo la oficina de prensa del OIJ.
Los sujetos salieron corriendo y en apariencia intentaron subirse en un carro que los esperaba cerca del lugar; sin embargo, no pudieron y siguieron huyendo a pie. En ese momento, la Fuerza Pública logró la detención de los tipos a unos 200 metros de distancia del negocio y a unos 25 metros del sitio encontraron el carro, cuyo conductor seguía adentro y por eso de una vez lo detuvieron.
Serrano era un querido comerciante en esa comunidad por lo que le realizaron una vigilia en las afueras de su localito.