José Luis Ramírez, hermano de Luany Salazar, aseguró este lunes que la joven se sentía acosada por quien es hoy sospechoso de haberla asesinado, un hombre de apellidos Mejía Chavarría y 38 años.
Ramírez declaró durante el juicio que al fin se inició este lunes en los Tribunales de Cartago. “Luany nos dijo que (Mejía) la acosaba, que le decía cochinadas y la veía feo”, contó en un momento.
Añadió que él ya le había dicho a su hermana que tuviera cuidado y que si iba a salir le avisara porque le daba miedo que Mejía le hiciera algo.
José Luis fue el último en ver a su hermana salir de la casa el 9 de junio del 2020. Su esposa fue quien le contó que la mamá andaba buscando a Luany porque desconocía dónde estaba, así que fue a la peluquería (de su madre) y vio que había mucha gente.
Algunos vecinos tenían a Mejía y le preguntaban por la jovencita; él aseguraba que la había dejado en la alameda, al frente de la casa.
Fue José Luis quien entró a la propiedad donde encontraron el cuerpo, dijo que la casa estaba como recién limpiada, que el piso hasta resbalaba.
El tío del sospechoso los dejó entrar y les dijo “vean qué bonito jardín, aquí no puede haber nadie enterrado”.
En el patio, una tía de José dijo: ” aquí hay tierra floja y huele feito”, recordó el muchacho en su testimonio de este lunes.
“Mi tía se corrió, la tierra estaba como puesta y se veía una bolsa negra, se sentía con algo dentro. Empecé a llorar y a pegar gritos, intenté romper la bolsa, cuando la rompí se veía la ropa, cuando vi la ropa me hice para atrás y empecé a llorar”, narró.
Aquel día, poco después llegó la policía.
Días fingiendo
Doña Patricia Zamora, la mamá de Luany, también declaró este lunes y aseguró que el sospechoso estuvo fingiendo durante cinco días porque --según él-- ayudaba a buscar a la joven.
“Hacía que la buscaba, cuando sabía que la había matado. ¿Cómo pudo dormir con el cuerpo de mi hija ahí?”, se preguntó.
La mamá aseguró que para ella fue terrible no saber nada de Luany porque la muchacha nunca se había ido sin avisar. Explicó que llegó a saber que Mejía le había insistido mucho a Luany y a su amiga Franchesca Urbina para que fueran con él por un negocio con un anillo.
“Ella me contó que no fue porque le daba asco, me dijo que (Mejía) es un enfermo, que siempre le echaba los perros, que siempre decía cochinadas y que un día hasta se sacó el miembro”.
La familia de Luany asegura que se sintió desprotegida y poco apoyada por el OIJ, que sentía que nadie los quería ayudar por más que insistían.
Mientras la joven estuvo desaparecida, la señora recibió informaciones falsas según las cuales su hija estaba en Curridabat.
Los parientes pegaron volantes, la buscaron por todo el barrio, en una zona montañosa, por donde pudieron.
La mamá les aseguró ayer a los jueces que ella lo único que quería era que la ayudaran a presionar a Mejía para que dijera dónde estaba Luany.
Contó que, cansados de no encontrar respuestas, decidieron entrar a la casa donde vivía Mejía el sábado 13 de junio, pero no lo consiguieron. El dueño --que se llama Guillermo y es tío de Mejía-- les dijo que él podía llegar dos días después, el 15.
Ese día entraron el hermano de Luany --José Luis-- su esposa y Guillermo. Fue cuando encontraron el cuerpo enterrado en el patio.
“Yo no entré, solo escuché los gritos”, recordó la señora.
“Ella no tenía que haber muerto así, ella no tenía que haber partido de esa manera tan cruel, tan horrorosa”, afirmó y aseguró que Mejía no solo mató a su hija, sino también a ella.
Añadió doña Patricia que debe tomar tratamiento para estar tranquila y que recibe ayuda psiquiátrica porque para ella es terrible pasar todos los días por la casa del sospechoso de haber matado a Luany.
Homicidio y robo
El fiscal Adrián Coto acusó este lunes 5 a Mejía Chavarría, alias “Hippie”, de matar a Luany y de robo agravado.
Coto explicó que Luany tenía una relación de amistad con Mejía porque eran vecinos. La jovencita vivía a solo 15 metros del sospechoso, en Linda Vista de Río Azul, en La Unión de Cartago.
“(Entre el martes 9 de junio a las 6:30 y las 8 de la noche del 10), Luany y el imputado estaban en compañía de Katherine Urbina y el novio de esta. Ellos estaban compartiendo en una casa, durante la convivencia, Mejía le dijo a Luany que hicieran un negocio con un anillo (vender o cambiar) y que fueran a la casa de él y la persuade para que deje a sus amigos y lo acompañe.
“Luego el sospechoso le dice a la joven que lo acompañe hasta una habitación en el segundo piso y que no haga bulla y que pasaran en silencio porque su abuela estaba durmiendo.
“Una vez en el segundo piso le da muerte para apoderarse de sus bienes y usa un objeto no determinado, pero con capacidad punzocortante en el área del cuello y la cara. Ella no pudo oponer resistencia y murió por una herida que le provocó laceración en la vena yugular”, explicó el fiscal.
Después, el hombre se apoderó del celular Huawei de Luany y llevó el cuerpo hasta el patio de la vivienda.
“Para generar impunidad lo envolvió (el cuerpo) en plástico negro, después uso cinta adhesiva alrededor y lo enterró en una jardinera”, dijo el fiscal.
Cinco días después, la familia de Luany se llevó el tremendo golpe de hallarla sin vida.