Un hombre de apellido Obando es sospechoso de acabar con la vida de tres jóvenes que permanecieron desaparecidos durante mucho tiempo; de ellos se recuperaron dos cuerpos, pero el otro nunca apareció.,
Según las autoridades, el hombre contactaba a sus víctimas por Facebook, a través del cual podía ver sus gustos e intereses.
Desde el 2018, las autoridades judiciales investigan dichas desapariciones, e incluso, al imputado se le acusa de un caso ocurrido este año cuando se encontraba en libertad. De acuerdo con los allegados de esa víctima, la mala investigación realizada en los dos anteriores casos y lo que duraron haciéndola provocó la muerte de su familiar, la cual, según ellos, se pudo haber evitado.
El triángulo mortal, ocurrido en La Unión en Cartago, empezó el 26 de mayo del 2018, última vez que vieron con vida a Ólger Sequeira Sequeira, de 16 años, quien nació en Nicaragua, pero su familia vive en La Unión desde hace muchos años.
Al parecer, el sospechoso y el menor eran vecinos; sin embargo, se cree que también hubo contacto por medio de redes sociales. Además, había confianza porque el hombre era conocido por muchas personas en la comunidad.
Según la investigación, la última vez que a Ólger lo vieron con vida estaba con Obando, y aunque las autoridades judiciales recibieron informes que les indicaban que el cuerpo del jovencito estaba en un río en Tres Ríos, y pese a muchas búsquedas, no solo del OIJ, sino de familiares del muchachito, sus restos no fueron encontrados.
El OIJ investiga el caso de Orlando como un homicidio.
“La madre de ese muchacho sufrió demasiado, ella se deprimió al ver que el tiempo pasaba y nada que encontraban a su hijo. Entonces, se fue para Nicaragua y no volvió porque ya ella no podía más”, contó una de las vecinas de Sequeira.
Quinceañero fue la segunda víctima del sospechoso que contactaba por Facebook
La segunda tragedia la vivió una familia vecina de Turrucares de Alajuela.
Yeremy Sánchez Cascante, de 15 años, desapareció el 16 de octubre del 2018 mientras se dirigía al Liceo de Turrúcares de Alajuela. Él iba a hacer unos trabajos con unos compañeritos, pero nunca llegó, y desde ese momento empezó el doloroso calvario para sus allegados.
El 3 de noviembre de ese mismo año el OIJ allanó la casa de Obando en Santa Eulalia en San Diego de Tres Ríos, en donde se encontró la cédula de Yeremy y también su camisa del colegio.
Sin embargo, para ese momento las autoridades no podían pedir medidas cautelares porque aún faltaban pruebas.
El 5 de noviembre del 2020 el OIJ halló el cráneo de Yeremy enterrado en una zona boscosa en San Rafael de Tres Ríos, en La Unión de Cartago. La familia debió esperar varios meses para estar seguros que se trataba de él.
Las autoridades lograron determinar que el sospechoso contactó al jovencito por medio de Facebook y así logró ganar su confianza para acercarse y engañarlo.
Mucho dolor
La última víctima, quien también fue contactada por Facebook, en apariencia, para ofrecerle trabajo fue Juder Orlando Mejía García, de 21 años, quien desapareció el 12 de febrero pasado en barrio Pinto, en San Pedro de Montes de Oca.
En abril a doña Maritza, mamá del joven, le avisaron que habían encontrado un cuerpo en San Diego de La Unión y que tenía un llavero con varias llaves, que se creía podía tratarse de Juder. Esa información fue confirmada después y la familia lo despidió el 7 de junio pasado. El muchacho también fue víctima de homicidio.
Lo que nadie puede explicarse, mucho menos doña Maritza, es por qué con estos antecedentes Obando se encontraba en libertad. El 8 de junio pasado lo detuvieron y actualmente, está descontando prisión preventiva.
“Yo he pasado con mucha depresión por la muerte de mi hijo; hay días que son más duros que otros, pero yo no me voy a quedar quieta, yo voy a exigir que a mi hijo se le haga justicia. Nosotros creemos que hubo una mala investigación, lenta en los otros casos, y hubo errores”, dijo la mamá.
“Yo extraño a mi hijo todos los días y en cada momento, ya no sé qué hacer para vivir con este dolor, pero la justicia nos tiene que cumplir. Nos han dicho que el hombre se sometió a un proceso abreviado en los primeros casos, pero por mi hijo va tener que enfrentar un juicio aparte, mi hijo era mayor de edad y los otros muchachos menores”, añadió la señora.
El abogado Rogelio Ramírez, experto en crimen organizado, explicó que cuando tres casos responden al mismo modo de operar, es posible que se trate de un asesino serial.
La Teja consultó al Ministerio Público y a la Corte sobre este caso y al cierre de esta nota no habían respondido.