Llamaba la atención porque no son muchos los policías que se dedican al canto, pero “desafinó” y se le cayeron todas las medallas.

A un policía de apellidos Barrera Quesada y 27 años lo sorprendieron compañeros y agentes del OIJ con 50 kilos de cable de cobre robados al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Barrera no pasó la vergüenza solo ya que junto a él fue detenido otro oficial de la Fuerza Pública apellidado Hurtado Leal y de 32 años. Y agarraron también a dos jóvenes de apellidos Rivera Méndez y Guido Antonio, ambos de 20 años.

La oficina de prensa del OIJ informó que los cuatro fueron capturados la tarde de este miércoles 26 en Liberia, Guanacaste. Serán investigados por el presunto delito de receptación (tener un objeto robado), por el cual les podrían recetar hasta cinco años de cárcel.

El Ministerio de Seguridad Pública informó que tanto Barrera como Hurtado se unieron a la Fuerza Pública en setiembre del 2013; el primero trabajaba en la delegación de Liberia y el otro estaba destacado en Bagaces.

Con las manos en la masa

La Policía Judicial informó que la investigación por este caso se inició luego de recibir varias denuncias por robo de cable telefónico en distintos puntos de Liberia.

Este miércoles, en conjunto con la Fuerza Pública, los investigadores se pusieron manos a la obra y llegaron hasta una chatarrera en el barrio Los Terreros, en Liberia, en la cual aparecieron después los sospechosos.

“Observaron (los agentes) que llegó un vehículo tipo automóvil en el que viajaban cuatro personas por lo que decidieron abordarlas y al pedirles que abrieran la cajuela confirmaron que llevaban más de 50 kilos de cable de cobre ya quemado”, detalló la oficina de prensa del OIJ.

Las autoridades no han determinado aún a cuántos casos de robo estarían ligados los sospechosos ni cuál habría sido la participación de los oficiales detenidos.

Pocas horas después de su captura todos fueron puestos en libertad.

“La Fiscalía tomó la declaración indagatoria de los cuatro y, tras corroborar que cuentan con los arraigos procesales requeridos (familiar, casa y trabajo), determinó que se mantengan apegados al proceso sin necesidad de cumplir medidas cautelares”, informó el Ministerio Público.

Muy conocido

De las cuatro capturas la que más llamó la atención entre los vecinos de Liberia fue la de Barrera.

El uniformado es muy conocido tanto por su labor como policía como por su faceta en el mundo de la música, pues en su tiempo libre se dedica a cantar música urbana.

Esa pasión lo llevó a formar parte de FP Urbano, un grupo de policías cantantes que participa en actividades de bien social de la Fuerza Pública.

Pero según informó, el Ministerio de Seguridad Pública, Barrera había dejado la agrupación dos años atrás. La causa habría sido que en marzo del 2019 lo detuvieron como sospechoso de violencia psicológica y emocional contra su pareja sentimental, pero al final este caso no terminó en nada.

“Barrera Quesada figura como imputado por infracción a la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres; esta se tramitó bajo el expediente 19-000541-0396-PE y, en marzo del 2019, se remitió el Juzgado Penal de la zona con solicitud de sobreseimiento”, confirmó el Ministerio Público.

Malas compañías

Una fuente cercana al caso le contó a La Teja que pese a ese tropiezo Barrera era considerado por sus jefes como un buen oficial, incluso en noviembre del 2019 recibió un reconocimiento por su desempeño, del cual hizo gala en su perfil de Facebook.

Sin embargo, el uniformado se habría empezado a desviar del buen camino en los últimos meses.

“Para mí no fue sorpresa cuando me dijeron que lo detuvieron, yo sabía que ellos andaban en cosas raras, es más, desde hace tiempo le habían dicho que esa amistad con Hurtado lo iba a hundir. Últimamente andaba muy interesado en hacer recorridos en lugares donde hubiera cable, entonces me imagino yo por dónde iba la cosa”, dijo la misma fuente.

El Ministerio Público informó que, de momento Barrera y los otros tres sospechosos, solo serán investigados por el delito de receptación ya todavía no se cuenta con evidencias que les permitan probar que ellos robaron los 50 kilos de cable al ICE.