El fuerte socollón que se se vino este martes en la noche dejó en claro que son pocas las personas que están preparadas para hacer frente a un temblor más bravo.
El susto hizo que muchas personas no pudieran encontrar las llaves ni los zapatos, menos un foco para salir soplados a ponerse a salvo, lo que demuestra que los ticos viven muy relajados, pese a tener claro que vivimos en un país que parece una hamaca.
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Alexander Solís, director de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), dijo este miércoles que la población debe estar preparada para actuar en caso de que se de un terremoto tan bravo como el que se pronostica, el cual podría darse en cualquier momento en la zona sur.
El jerarca dejó en claro que cada familia debe tener claro sus planes de evacuación, los cuales deben incluir a las personas y mascotas que vivan en la casa.
“Debemos recalcar a la población que vivimos en un país sísmico, aquí tiembla doce veces al día, en promedio, muy pocos de estos temblores los sentimos. Son las condiciones normales de nuestro país, lo que nos lleva a reforzar la preparación que debemos tener para estos casos”, expresó.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), informó que el meneón se dio a las 11:23 de la noche, tuvo una intensidad de 6,5 grados, una profundidad de 40 kilómetros y se localizó 12 kilómetros al noroeste de Laurel de Corredores.
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Por su parte, la Red Sismológica Nacional (RSN) detalló que tuvo una intensidad de 6,7 grados, una profundidad de 31 kilómetros y se localizó 11 kilómetros al este de Puerto Armuelles, Panamá.
A la 1:30 de la tarde de se contabilizaban más de 400 réplicas, la más importante fue de 5 grados y se dio a la 1:12 p. m., pero después de esa ocurrieron cinco más entre 3.9 y 4.5, por lo que ni las réplicas eran jugando.
Se espera un terremoto
Desde hace varios años el sismólogo del Ovsicori, Marino Protti, pronosticó que en cualquier momento se puede venir un terremoto en la zona sur. Al consultarle al especialista si este podría ser ese socollón que anunciaba, dijo que no y que el potencial sísmico de la zona sigue intacto.
“El evento de anoche está asociado con la placa del Coco y la de Nazca, el contacto de estas placas se da en la zona de fracturas de Panamá que es muy ancha, tiene casi cincuenta kilómetros de ancho. Ese mismo sistema de fallas se está introduciendo por debajo de la placa de Panamá.
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“No tiene relación el evento, el potencial sísmico todavía existe bajo la península de Osa y parte de la península Burica, del desplazamiento de la placa del Coco, bajo la placa de Panamá. No ha tenido desplazamientos importantes desde 1983, es una zona que tiende a tener terremotos de entre siete coma dos y siete coma cuatro cada cuarenta años y el último fue hace 36 años, entonces estamos en el ciclo terminal del periodo sísmico”, detalló.
Protti dijo además que es necesario que la población esté preparada ya que el sismo que se avecina va a ser mucho más bravo.
“El proceso es diferente, en el evento del martes las placas tuvieron un roce lateral, pero en el que se espera se dará una subducción debajo de la península de Osa y será más superficial, tal vez de unos quince kilómetros.
“Podríamos decir que si la intensidad fuera de unos siete coma cuatro grados, el sismo sería unas treinta y dos veces mayor al que se sintió este martes”, añadió.
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Las autoridades tienen en la zona sur 15 estaciones sísmicas que les permiten monitorear los movimientos y así afinar los pronósticos del terremoto que podría darse de aquí a unos ocho años.
El especialista dijo que ese meneón que se espera afectará también zonas de Panamá como Chiriquí y David.
“En caso de que ese terremoto causara un tsunami sería uno pequeño ya que se espera que el epicentro esté en tierra firme, no en el mar”, expresó Protti.
Les quitó el sueño
Los vecinos de la zona sur fueron los más afectados con el temblor ya que tres viviendas resultaron dañadas, una en Osa, otra en Pérez Zeledón y la otra en Corredores. Además, en muchas casas y supermercados se cayeron objetos.
Las autoridades activaron los comités de emergencia y luego de hacer revisiones y comunicarse con los cuerpos de socorro informaron que pese a los fuerte del sismo, ninguna persona resultó herida.
Ana Vargas, vecina de Puerto Jiménez contó que ella oyó que el mar se agitó y sonaba muy fuerte, además escuchó como un retumbo que la asustó mucho.
“El temblor nos dejó sin luz, la electricidad volvió hasta hoy (miércoles) a las cinco de la mañana”, relató la lugareña.
Rodolfo Jaén, vecino de Laurel dice que en su su barrio todos los vecinos se salieron de las casas.
“Se sintió muy fuerte y la tierra retumbó, nos quedamos sin corriente varias horas. Algunos se asustaron tanto que sacaron colchonetas y se pusieron a dormir en los patios, porque tenían miedo de que se viniera otro temblor fuerte”, relató.
Roy Arias también vive en Laurel y contó que en su vivienda se cayeron algunos electrodomésticos y las paredes se agrietaron.
Por su parte, Rosalba Lezcano, vecina de finca 8 de Osa, dijo que ella tardó unas tres horas en volver a conciliar el sueño luego del gran susto que se llevó.
“En mi casa ya estábamos durmiendo cuando la casa empezó a traquear y luego escuchamos un estruendo afuera de la casa, porque el garaje de un vecino se desplomó, por dicha no había nadie cerca”, contó.
En finca 6 de Osa las autoridades reportaron algunos daños en el Sitio Museo, se cayeron varios objetos entre ellos una pantalla, unos parlantes y materiales de oficina, además varias piezas arqueológicas se movieron, incluso una vasija sufrió una fractura.
Este miércoles en la mañana la CNE hizo un sobrevuelo por la zona sur del país en el que determinaron que el meneón no causó daños en caminos, ni tampoco produjo movimientos importantes de tierras.