Sucesos

Sobreviviente de tragedia en Cambronero: “Me dieron por muerta”

La mujer sigue batallando por las secuelas físicas y mentales que le quedaron por el trágico accidente

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Marta López Orozco ha vivido un calvario tras el accidente. Fotos: Cortesía Marta López (Cortesía Marta López Orozco, sobreviviente cambroner)

Doña Marta López Orozco es una de las sobrevivientes de la tragedia del bus en Cambronero, a ella se le eriza la piel cada vez que recuerda que ese día la dieron por muerta.

Nos contó que, pese a que han pasado poco más de ocho meses del accidente, ella sufre a diario por no poder mover su brazo izquierdo como secuela del bombazo.

“Desde el accidente la he pasado tan mal, es increíble cómo le cambia la vida a uno de un momento a otro, ha sido muy difícil, mi brazo me quedó pegado al cuerpo no lo puedo levantar, es a lo que le dicen alita pegada. Yo me ganaba la vida haciendo en mi casa tamales, pancito casero y vigorones, era un dinerito con el que me ayudaba, pero ahora en esta condición no puedo, es muy doloroso”, dijo López.

El brazo fue la lesión más severa que sufrió, pero también se quebró la clavícula, tres costillas y un tobillo.

“Solo me pudieron dar 15 terapias por el problema con las pólizas del bus, es algo muy doloroso, una de mis hijas me ayuda y mi esposo que trabaja en lo que le salga, así vamos tratando de salir adelante”, dijo la sobreviviente a quien lo peor que le puede pasar en la vida es tener que subirse en un bus, pues el miedo la acompaña noche y día.

El 17 de setiembre del 2022, doña Marta regresaba a su casa después de haber ido a Puerto Viejo de Sarapiquí a la casa de su hija, ella es vecina de Nicoya.

La movilidad del brazo izquierdo se vio muy afectada. (Cortesía Marta López Orozco, sobreviviente cambroner)

“Mi hija tuvo un bebé y yo me fui un tiempo a vivir a Sarapiquí para cuidarla, entonces me afilié a esa clínica porque padezco de presión alta y taquicardia, de ahí me mandan tratamiento, el 15 de setiembre me fui a recoger los medicamentos y tres días después iba para mi casa cuando ocurrió el accidente, iba sentada en el asiento 15, dos asientos atrás del conductor”, recordó la señora.

Doña Marta asegura que lo que ella vivió ahí no se lo desea a nadie, los gritos de desesperación, la angustia, el no saber qué iba a pasar con ellos.

“Yo quedé prensada entre unos asientos, pasaron muchas horas que estuvimos en ese guindo, se hizo de noche, yo no sé qué hora era, pero para mí pasó un tiempo que fue eterno, no le puedo explicar, yo veía que sacaban a la gente, la gente lloraba, muchos teníamos mucho dolor por las heridas, yo fui la última persona que sacaron del bus, y me dieron por muerta porque yo escuché a los socorristas cuando dijeron que ya no había sobrevivientes, que ya se iban porque el bus podía caer en cualquier momento”, relató.

“Yo en ese momento que los escuche empecé a gritar como loca, desesperada para que me sacaran, que no me dejaran ahí, y gracias a Dios me escucharon porque ellos ya iban a suspender también por las lluvias. Después de ese largo tiempo me sacaron de ese bus y yo hasta ese momento me sentí a salvo. En mi casa pensaban que me había ocurrido lo peor”.

La mujer fue la última en ser rescatada del bus. (Cortesía Marta López Orozco, sobreviviente cambroner)

Doña Marta fue llevada al hospital de San Ramón y después al hospital de Trauma, donde pasó internada ocho días, asegura que los dolores que experimentó eran demasiado dolorosos.

“Aún estoy batallando con la recuperación, aunque para mi brazo no hay esperanzas, por más que me hagan ya no voy a poder usarlo como antes, yo anhelo poder subir el brazo o hacer algo tan sencillo como alzar alguna cosa, de verdad no puedo, este accidente nos cambió la vida a todos los que nos subimos en ese bus”, dijo.

La parte psicológica también afectó mucho a López, pues pasó muchísimo tiempo sin dormir, el recuerdo del accidente está muy fresco en su memoria.

“Yo paso pendiente, pensando en lo que dicen sobre la carretera, que si está abierta, cerrada, que si pasó algo, es que solo de pensar en pasar por ahí es un miedo grande”, dijo.

El accidente ocurrió el 17 de setiembre. (Foto: Cortesía de Pegando Porte)

Doña Marta, al igual que los otros sobrevivientes, asegura sentirse afectada de ver que no se han sentado las consecuencias debidas por el accidente.

“De verdad que ojalá que alguien se preocupe por esto, es muy doloroso, es discriminatorio, nos han hecho sentir que no valemos nada, que no importa lo que nos pasó a nosotros y a las personas que murieron en este accidente”, dijo.

En el accidente nueve personas fallecieron y 25 resultaron heridas.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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