EscucharPara los investigadores de la sección de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el asesinato del finquero Jorge Jiménez Berrocal, conocido como Macho Jiménez, fue cometido por sicarios que recibieron un pago grande para hacerlo.
Así lo aseguró Fabián Alejandro Jiménez Pastor, un exagente de Homicidios del OIJ que participó durante las primeras investigaciones por la muerte de Macho.
Fabián trabajó para esa institución durante 9 años y la dejó a finales del 2016.
Conforme a su experiencia, dijo que hubo varios elementos que los llevaron a considerar que se trató de un crimen planeado.
Primero porque una vez que llegaron a la escena del crimen, en un parqueo frente a la clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás, el 30 de enero del 2015, los llamaron para indicarles que sobre la calle principal de Moravia, dejaron botada ropa con sangre y el arma de fuego.
“Avisaron que en Moravia encontraban vestimentas con sangre, un jeans, una gorra y dentro de una bolsa un arma de fuego. Luego se determinó que está fue la arma utilizada en el suceso”, afirmó el exagente.
Además de esta evidencia, los investigadores decomisaron dos videos de cámaras de seguridad, en la que se ve que un hombre pasó cerca de la víctima, supuestamente hablando por celular y, además, cerca de estos se ve una moto.
Luego determinaron que este mismo sujeto era el gatillero y fue quien daba el ‘positivo’ de que sí era Macho Jiménez.
“Conforme a mi experiencia, no se trata del típico gatillero, al haber una vigilancia previa y porque aprovecha que el ofendido viene distraído.
“Estos hechos sugerían que cada una de las acciones de los sicarios eran planeadas y tenían injerencias con un pago millonario”, manifestó el agente judicial.
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Las autoridades, además, fueron investigando si las personas que estaban dentro del parqueo estaban involucradas en el asesinato.
“Entrevistamos al guarda sobre el porqué no estaba en la caseta en ese momento, a él se le decomisó el celular; sin embargo, no hubo elementos objetivos para poder relacionarlo (con el homicidio)”, señaló el investigador.
Otro de los elementos que a los agentes judiciales les llamó la atención es que un hombre, de nombre Fauricio Arce, manifestaba estar muy asustado por haber recibido amenazas de muerte porque conocía de detalles sobre el asesinato de Macho Jiménez.
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Los sospechosos de ordenar el homicidio de Macho son dos de sus hermanos, uno conocido como Luigi y otro como Calica, ambos de apellidos Jiménez Berrocal. Al parecer, los hermanos peleaban con Jorge problemas por propiedades y económicos.
Canica de momento no enfrenta un debate porque fue declarado con incapacidad sobreviniente (por un trastorno mental que le impide entender los actos); sin embargo, el proceso contra él sigue abierto.
