Si usted tiene una deuda con un prestamista gota a gota y está siendo extorsionado o amenazado no dude en denunciar la situación ante el Organismo de investigación Judicial (OIJ).
Usted está siendo víctima de un delito y es necesario que el caso sea investigado, pero ¿qué pasa con la deuda que usted tiene con el prestamista?
Esta deuda deberá ser honrada como cualquier otra y pagar hasta la última moneda que se comprometió a cancelar. Así lo señaló Iván Rojas, de la sección de Delitos Varios del OIJ, quien explicó que ellos investigan los delitos que se puedan estar cometiendo, pero una denuncia no elimina la deuda.
“El hecho de que una persona esté siendo víctima de este tipo de delitos y se acerque al OIJ a realizar la denuncia no le va a extinguir la deuda o el compromiso que generó con esa persona.
“Nosotros realizamos un abordaje sobre la forma en la que están realizando los cobros, si estas maneras son delictivas se realiza la investigación para establecer las responsabilidades que tenga esa persona (el prestamista), no en sí de la deuda como total, porque la deuda es una situación que adquirió voluntariamente y tiene que pagarla. Hemos tenido casos en los que dicen que si pongo la denuncia se extingue la deuda, pero no aplica de esa manera”, afirmó Rojas.
Los agentes están detrás de cómo se realizan esos cobros, mas no del dinero prestado. Rojas firmó que no todas las personas que se dediquen a hacer préstamos informales son gota a gota; algunos tienen reglas como firmar letras de cambio o pagarés.
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Lo ilegal no está en los créditos en sí, sino lo delictivo es la forma en la que se realizan los cobros de estos créditos, las cuales son atípicas.
“Primero comenzaron con llamadas mortificantes, escalaron a amenazas y estas a situaciones físicas, y hemos tenido algunos casos en que han ocurrido atentados contra los bienes de las personas; por ejemplo, en contra de sus vehículos o de sus viviendas. Estas situaciones conexas, que ocurren debido a los préstamos, son las que nosotros abordamos desde la perspectiva de la investigación”, señaló el experto.
En Costa Rica hay personas que recurren a estos préstamos informales debido a que por la vía formal no cuentan con los mecanismos para obtenerlos.
“Hay una gran parte de la población que no tiene acceso a la red bancaria nacional o el movimiento financiero formal, como los bancos, cooperativas y demás, esto por endeudamientos o nivel social. Esto se da porque como sociedad nos faltan elementos de salud financiera y llegamos al punto de endeudarnos o tenemos los ingresos comprometidos y no se nos puede aplicar una solicitud de crédito formal; entonces, las personas recurren al informalismo, acuden a préstamos informales o los llamados préstamos gota a gota”, manifestó.
Entre los tipos de amenazas han habido golpizas, retenciones y hasta personas que han matado por adquirir estos préstamos y no poder cancelarlos.
Hay casos en los que prestan ¢100 mil y quincenalmente cobran intereses de ¢25 mil, hasta que usted pueda pagar los ¢100 mil exactos, las personas pagan hasta un año de intereses superando la deuda y aún así esta no la terminan de cancelar.