Las mamá de un hijo asesinado y la de dos hermanos acusados por ese mismo homicidio escucharán la sentencia del juicio el propio Día de la Madre.
Una de ellas es doña Gabriela Valverde, la mamá de Marco Calzada Valverde, de 19 años. La otra es la mamá de los hermanos Rojas López, de 20 y 22 años, acusados de participar en el asesinato del jovencito.
Los jueces Isabel Porras, Laura Sánchez y José Rafael Bolandi decidieron dar el veredicto por este hecho, que ha conmocionado al país, el próximo martes 15 de agosto a las 8 a. m.
Sea cual sea la decisión, será un día de mucho dolor para alguna de estas dos madres.
Marco fue atacado el 2 de julio del 2022 en las cercanías del barrio Chino, en San José, y de acuerdo con las cámaras de seguridad de los alrededores, un grupo de cinco hombres lo siguieron y dos de ellos le quitaron sus pertenencias.
Pese a que el universitario nunca opuso resistencia, lo apuñalaron en al menos siete ocasiones, provocándole la muerte; en su agonía, Marco acomodó sus manos en oración y se habría encomendado a Dios, según se aprecia en los videos de seguridad.
En estos mismos videos también se observa que el grupo de cinco hombres andaban juntos minutos antes del vil ataque, mantuvieron conversaciones y cómo todos tomaron roles diferentes tras la agresión.
“No le deseamos nada malo”
El juicio terminó este jueves 10 de agosto y antes de concluir, los papás de Marco se dirigieron hacia los hermanos acusados, les expresaron sus sentimientos; fueron estos padres quienes vieron y hablaron con los imputados, pues hasta ese momento ninguno de los hermanos los había vuelto a ver, mucho menos les habían expresado palabra alguna.
“Tenemos claro que hay una justicia divina y confiamos en ellos, no les deseamos nada malo a ustedes, esperamos en Dios puedan convertirse y si la cárcel es su lugar, pues creo que van a estar más a salvo ahí que en el camino que estaban tomando y si así fuese, ojalá que lo tomen para bien”, les dijo Mario Calzada a ellos.
Este papá también lamentó el aumento de homicidios que ocurren en el país y la falta de temor hacia Dios y a las autoridades del país.
“Los asesinatos han aumentado en este país drasticamente, no hay temor de Dios, no hay temor a la autoridad tampoco, vimos como, sin miedo alguno, logran enredar a la autoridad, las autoridades mismas se creen lo que pasó y otro hecho muy claro para nosotros es que si no hubiese habido cámaras, si esto hubiese sido hace 10 años, posiblemente los cinco chicos estarían libres ahorita.
“Ese mismo día pudieron haber dicho quiénes eran (se refiere a los que apuñalaron a Marco) y no lo hicieron, si hubiesen querido huir hubieran huido, ¿por qué se quedan hasta el final?”, les consultó.
Afirma que como padres quedaron con muchas dudas del ataque contra Marco.
“Son muchos por qués, ¿por qué mienten?, ¿por qué tan siquiera nos vuelven a ver y nos dicen algo?, ¿por qué las autoridades le dan la señal a la gente de que se puede matar a alguien y estar libre?, ¿con solo conseguir un trabajo en una tienda de celulares y tener una causa de asesinato puedo tener medidas cautelares y estar en la casa?”, cuestionó don Mario.
Afirmó que en el país están matando personas solo para demostrar valentía y esto les asusta, por la vida de sus otras dos hijas.
“Este país se tiene que corregir desde el centro de la casa, desde la educación, desde el núcleo familiar”, señaló en la sala de juicio.
Dijo que como padres de Marco saben que esto no se trató de un robo, porque su hijo entregó todo y aún así le quitaron lo más valioso que es la vida.
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Mamá de Marco reza por imputados
Doña Gabriela Valverde también le habló a los hermanos y les dijo que también rezaba por ellos.
“Soy una mamá, una maestra de preescolar, no sé nada de leyes... pero sé de amor, del amor de Dios”.
Les manifestó que solo Dios y la consciencia de ellos sabían que pasó el día que murió Marco.
“Rezo mucho para que ustedes dos alcancen esa libertad interior real, pero eso no se consigue con mentiras ni con evasión de la justicia, o con portillos, porque la ley dijo esto o dijo lo otro. Esto es de una mamá a unos jóvenes en los que veo también la vida de mis hijas”, expresó.
El acusao de 20 años no alzó a ver a los papás de Marco en ningún momento, mientras que el de 22 sí lo hizo y dijo, sin inculparse, que lamentaba mucho lo que había pasado.
Mientras eso ocurría, la mamá de los imputados no paraba de llorar.