El dolor de perder en cuestión de tres años a un hijo y a una nieta mantienen sumida en la tristeza a doña Lucha Zapata Pizarro, quien en honor a su nombre permanece firme en espera de que se haga justicia.
Ella y su familia han sido víctimas de la violencia que impera en el país.
El dolor más reciente ocurrió el jueves 9 diciembre anterior cuando hallaron sin vida a su hijo, Jonathan Soto Zapata, de 36 años. A él lo mataron a balazos dentro de su carro en Parrita y fue hasta este viernes 18 de marzo que el OIJ detuvo al sospechoso de haber acabado con su vida.
Con esta muerte, doña Lucha revivió el dolor que sintió del viernes 16 de noviembre del 2018 cuando murió Fiorella Venegas Soto, de 16 años, debido a un balazo que había recibido en la cabeza dos días antes en Alajuela.
El responsable de matar a Fiorella fue un hombre de apellido Madrigal, de 22 años, quien mantenía una relación impropia con la adolescente. En un principio Madrigal, dijo que la joven se había suicidado, pero la autopsia y la investigación dijeron otra cosa.
“Estos son dos golpes que me han dado, primero me quitaron a mi nieta y tres años después me vuelve a pasar lo mismo, como mamá no le deseo estas pérdidas tan duras a ninguna mujer, porque es desgarrador perder a sus seres queridos.
“Nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro, mi nieta y mi hijo eran excelentes personas no andaban en problemas, pero fueron víctimas de estos tipos de seres (asesinos). Estamos viviendo de nuevo este calvario”, señaló.
Lucha mencionó que siempre ha confiado en la justicia, pero sobre todo en la divina, porque de esa nadie puede escapar.
“Ahora solo espero que haya justicia por mi hijo, nos enteramos que ya hay un detenido y no lo conocemos, pero si las autoridades tienen pruebas y se demuestra su culpabilidad entonces deberá asumir.
“Por la vida de mi nieta se supone que hubo justicia, pero solo de diez años, porque el responsable aceptó la culpa y no fue a juicio, sabemos que ninguna pena les devolverá sus vidas, pero de algo estoy segura y es de la justicia divina y de la propia conciencia, de la cual nadie se escapa”, aseguró.
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Lo mataron para no pagarle deuda
A Jonathan o Tatan, como le decían de cariño al hijo de doña Lucha, lo encontraron sin vida dentro de su carro en barrio La 45, en Parrita.
Cuando las autoridades lo hallaron tenía balazos en la cabeza, en el cuello y los hombros, en ese momento las autoridades no tenían información del responsable.
“Mi hijo era pescador, también sembraba arroz y sandía en Parrita, era muy trabajador. Solo recuerdo ese día cuando mi otro hijo me llamó para decirme que habían encontrado su carro, luego nos confirmaron que a él nos lo habían matado”, recordó la mamá.
Los agentes siguieron con las indagaciones y este viernes detuvieron a un sospechoso de apellidos Parajeles Parra, de 22 años.
Los investigadores señalaron que al parecer Parajales le debía dinero a Jonathan y logró convencerlo de ir a Guanacaste a recoger un cheque supuestamente para pagarle lo que le debía; se desconoce cómo logró convencerlo para desviarse a una plantación de palma donde acabó con su vida.
Además, el OIJ allanó dos sitios en La Paquita y finca Las Alfaro, en Quepos donde solía estar Parajeles, donde decomisaron casquillos y un celular.
Este sábado el sospechoso estaba a la espera de conocer sus medidas cautelares.
Jonathan dejó una hija de cuatro años a quien su familia asegura que él amaba con todo su ser.
“A mi niña le quitaron el papá de una manera injusta, un papá que era entregado por ella. Mi niña sufre la ausencia, a pesar de ser tan pequeña ella es muy inteligente y sabe que él ya no está, actualmente la tienen en control sicológico por lo que sufrió”.
“Pero no solo ella ha necesitado ayuda, porque mis otros dos hijos también están destrozados, nosotros hemos sido una familia tranquila, hemos vivido en paz, pero hemos sido víctimas de la inseguridad. Espero en Dios que esto ya se corte porque siempre se sufren las ausencias y es que mi hijo Jonathan era quien veía por mí y se preocupaba para que no me faltara nada”, recordó esta valiente mamá.
Jonathan fue sepultado en el cementerio de Río Segundo, Alajuela.