Doña Martha Alfaro Rodríguez, de 54 años, y su hija, Karol Noelia Durán Alfaro, de 32, estuvieron cara a cara con la muerte cuando un hombre ingresó a su casa en Zarcero, en Alajuela, y las atacó a machetazos en medio de un aparente robo.
Lo peor de esa terrible situación es que ese hombre no era un desconocido para ellas, se trataba de un joven apellidado Vallejos Machado, de 24 años, al que doña Martha le había tendido la mano en más de una ocasión al darle de comer.
Alfaro y su hija, afortunadamente, sobrevivieron al salvaje ataque, pero ambas sufrieron heridas en sus manos y cuellos, la peor parte la llevó doña Martha, en una de sus manos.
LEA MÁS: Mamá e hija macheteadas dieron trabajo y comida a hombre que las atacó
Seis meses han pasado desde ese ataque, ocurrido el pasado 3 de abril, y actualmente doña Martha y su hija tratan de continuar con sus vidas, con normalidad. Una de las cosas más sorprendentes es que la señora aseguró que no le guarda rencor a Vallejos.
“Lo único que puedo decir es que hay que perdonar, para liberarse de lo que pasó y que la vida sigue, uno no puede entregarse a la depresión ni pensar que todo terminó con ese ataque, hay que seguir viviendo y buscar de Dios para que lo sostenga”.
“Sí, lo perdoné, porque el psicólogo me preguntó qué siento hacia él y yo le dije que no lo odio, pero sí estoy enojada por lo que nos hizo”.
— Martha Alfaro.
Le tendió la mano
El ataque ocurrió la madrugada del pasado lunes 3 de abril en La Legua, en Brisas de Zarcero, cuando a eso de las 4 a.m., Alfaro sorprendió al joven robando dentro de su casa, por lo que este se abalanzó contra ella y su hija, quien llegó pocos segundos después para defender a su mamá. Tras cometer el hecho, el sospechoso se dio a la fuga, pero fue detenido por la Fuerza Pública.
En cuanto a Vallejos, varios vecinos comentaron que este tenía entre dos y tres meses de deambular por la zona y eran muy pocos los que le tendían la mano, sin embargo, doña Martha no se hizo de la vista gorda ante la precaria situación del muchacho.
“Cuando a él le negaban la comida donde estaba para que se fuera, porque parecía que nadie lo transaba mucho, yo le lavaba la ropa y le daba un bocado, por lo menos me preocupaba que desayunara y cenara. Solo Dios y él saben qué fue lo que le pasó”, dijo la señora.
Alfaro dijo que ella decidió ayudar a Vallejos, pues le dolía ver la situación en la que se encontraba y que nadie se preocupaba por él, pero jamás pensó que ese joven mordería la mano que le dio de comer.
“Yo siempre le tuve cariño y lastima a la vez, porque siempre me puse a pensar cómo era posible que una mamá tuviera a una criatura así, que ni supiera en dónde estaba, ni si comía o dormía bien”.
Malos recuerdos de noche
Tras el ataque, doña Martha fue operada de una de sus manos, pues sufrió mucho daño en sus dedos y actualmente se encuentra a la espera de una segunda operación. Afortunadamente, su hija sufrió lesiones leves y se encuentra en buen estado de salud.
Más allá de las secuelas físicas, para Alfaro lo más difícil ha sido superar el daño emocional que le dejó esa situación, pues los recuerdos de ese terrible día aún se pasean por su mente.
“Lo más difícil ha sido recordar, porque como dicen recordar es volverlo a vivir, y como ocurrió aquí dentro de la casa siempre vienen los recuerdos, sobre todo en la noche, por la oscuridad, entonces no es nada bueno ni bonito”.
La señora dijo que para salir adelante ella y su hija han puesto la mirada en Dios, además de que ambas han estado recibiendo ayuda sicológica por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“Dicen que el tiempo lo sana todo, también me decía el sicólogo que recordar lo que pasó es desgastarse”.
— Martha Alfaro.
Artesanías la ayudan
Alfaro contó que para mantener la mente ocupada, su hija se ha enfocado mucho en el teletrabajo, mientras que ella retomó, tras el ataque, una pasión que había abandonado.
“Mi hija se distrae mucho con el teletrabajo, yo gracias a Dios, a pesar de la forma en la que me quedó el dedo, puedo coger el pincel, porque me dedico a pintar artesanías para vender, desde antes de que pasara esto ya me dedicaba a pintar.
“En algún momento el desánimo no me dejaba arrancar y el sicólogo me dijo que eso era arte terapia, que tenía que retomarlo para que me entretuviera y entonces me metí otra vez a pintar y ahí voy”.
Aceptó los hechos
En cuanto a Vallejos, lo último que doña Martha supo sobre este es que todavía permanece detenido y que, al parecer, habría decidido aceptar los hechos para ser condenado sin tener que ir a juicio.
Si usted desea contactar a doña Martha para apoyarla y comprar una de sus artesanías puede llamarla al teléfono 8639-5901.
“Él se acogió a un proceso abreviado para declararse culpable, pero eso está ahí en proceso, porque al principio el fiscal nos dijo que no, porque todavía no habíamos terminado con lo de nosotras, entonces que no era conveniente.
“Ahorita está detenido el proceso, porque nos aconsejaron que hiciéramos una carta para decir que no estamos de acuerdo con el abreviado, porque todavía no nos ha visto el médico forense”.
Pese a la terrible situación que vivió, doña Martha sigue pensando que siempre se debe ayudar a quien lo necesite, pues no deben pagar justos por pecadores.