Al drama que vive la familia del boyero Rafael Alberto Aguilar, desaparecido desde el 3 de diciembre, se sumó este lunes dolor para otra familia.
Freddy Rojas Rodríguez, de 62 años y quien participaba en la búsqueda del boyero, murió al caer desde unos 30 metros de altura al río Reventado, en el límite entre Llano Grande y Tierra Blanca, en Cartago.
El cruzrojista José Mauricio Mendoza informó que cuando llamaron para informar que habían visto un cuerpo en esa zona, pensaron que se trataba del muchacho desaparecido.
“Ingresó una alerta y nos dijeron que era un accidente acuático; al llegar la primera ambulancia nos dijeron que una persona que andaba buscando al muchacho desaparecido se precipitó (al río). Se necesitó equipo especializado para el rescate, el señor tenía múltiples traumas y tardamos unos cuarenta minutos para rescatarlo”, dijo Mendoza.
A Rojas Rodríguez lo encontraron pasado el mediodía, ya fallecido, otras personas que andaban en la búsqueda del joven boyero.
Algunos lugareños aseguraron que a Rojas Rodríguez lo vieron salir de su casa, en Llano Grande, a las 6 de la mañana. Iba con mucha voluntad para recorrer varios sectores y tratar de dar con Alberto, iba solo, pero en el camino se topó con varios baqueanos que andaban en las mismas.
Cuatro unidades de la Cruz Roja participaron en la extracción del cuerpo con la ayuda de vecinos.
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Don Daniel Quirós, un vecino que también participó en la búsqueda de Rafael Alberto la semana pasada, aseguró que uno de los sitios por donde han andado tiene partes muy empinadas.
“Aquí donde está el río es muy peligroso, dicen que el señor (Rojas) bajó solo por aquí y lamentablemente se dio la tragedia. Aquí el cuidado que hay que tener son los guindos, que son muy parados, además el clima pudo haber empeorado todo porque ha estado muy feo”, dijo Quirós.
Otros vecinos comentaron que la zona es como montañosa, tiene potreros y cultivos y no se puede andar solo porque eso impide pedir ayuda en caso de una emergencia.
Mientras tanto, los familiares y vecinos del joven boyero siguen pidiéndole a la Virgen de Guadalupe que les haga el milagro de encontrarlo.
Rafael Alberto tiene cuatro hijas y se le conoce como alguien muy trabajador. De hecho, el 3 de diciembre, día en el que se perdió su rastro, regresaba a su casa después de unas labores en una finca.
“Estamos confiando en un milagro y que lo encontremos en perfectas condiciones de salud. Es muy extraño que no regresara, él conoce toda la zona, hay mucha angustia porque en estos días solo se le ha buscado por gente con un corazón noble, como este señor que quiso ayudar y terminó fallecido.
“Es una tragedia para todos que algo así pase, no conozco al señor, pero siento mucha tristeza porque jamás uno espera que pueda pasar algo así, pero agradecemos su buena intención y pedimos al cielo mucha paz para su familia en estos momentos”, dijo una de las familiares del boyero y quien pidió no identificarlo.
El boyero es vecino de La Angelina, era oriundo de Grecia y --según dijeron algunos vecinos-- tenía mucho tiempo de vivir en la comunidad brumosa y lo describieron como muy amable y servicial.
Una cámara de seguridad lo captó la tarde del 3 de diciembre caminando por la calle. Varios familiares que iban en carro lo vieron, es lo último que se sabe de él.