Los casos de robos de bicicletas siguen en aumento y San José y Alajuela son las provincias en donde más denuncias se presentan ante el OIJ por este delito.
Mientras que Cartago es la zona donde menos incidencias de este tipo se dan.
Orlando Corrales Ugalde, jefe de la unidad de Análisis Criminal del OIJ, explicó que en el 2020 se registraron 2.347 robos de bicis, en el 2021 aumentó a 2.376 denuncias y hasta el 30 de enero de este año, a nivel nacional, había 151 robos reportados a la Policía Judicial.
“Este tipo de artículo es sustraído mayormente mediante robos y hurtos, siendo San José y Alajuela las provincias de mayor incidencia, mientras que, a nivel de cantones, sobresalen San José y Liberia” detalló el agente.
El momento del día en que los antisociales más cometen este delito es de 6 a 8:59 p.m.; sin embargo, para ellos no hay hora para atacar. De 6 a.m. a 9 a.m. es cuando menos casos se reportan. Por ejemplo, del 1º de enero del 2021 al 30 de enero del 2022 hubo 225 denuncias de robos durante el rango de horas de la mañana, mientras que en el de la noche sube hasta 333 casos.
No lo piense lo material se recupera
Róger Segura es un ciclista que se quedó sin bici en diciembre. A él lo asaltaron cuando regresaba del trabajo y subía una cuesta en San Luis de Heredia, cerca de la ruta 32.
Él recordó que fue el lunes 27 de diciembre pasado, entre las 4:40 y las 5 p.m.
“Esa semana había tomado la decisión de ir al trabajo en bicicleta, aprovechando que había pocos carros.
“Trabajo en La Uruca y me voy por dentro para salir por Santo Domingo y San Luis de Heredia. A quince metros de la ferretería Industrias Zurquí iban dos hombres, uno a cada lado, se me atravesaron y me sacaron una pistola, apenas la vi me orillé y le entregué la bicicleta. Para guardar distancia con el que me apuntaba, lo que hice fue empujar la bici, como diciéndole: ‘tome aquí tiene’. Él me pidió que caminara hacia arriba, pero eso me iba a obligar a pasar en medio de ellos y muy posiblemente me iban a seguir asaltando, entonces más bien comencé a correr devuelta de donde venía, ellos agarraron la bici, intentaron subirse, pero no pudieron y corrieron con la bici por el lado donde venían”, recordó Segura.
Esta víctima asegura que sintió impotencia, cólera, pero obviamente prefería su vida que lo material.
“Cuando vi que se devolvían, traté de correr hacia ellos porque pretendía grabarlos, pero me di cuenta que había dejado el celular en el trabajo, en una curva logré ver que estaban con un tercer hombre que andaba un Honda Civic negro, del año 95, una parte de la bici la tenían dentro del carro, pero como era grande no cabía y tenían la llanta afuera con la puerta abierta.
“Más que susto, tenía cólera, agarré unos escombros de Block y cuando el carro pasó se los tiré, pero tuve mal pulso y no los pude pegar, pero es que todo ocurre en cuestión de segundos y ahora creo que lo mejor fue no golpearlos, porque quizás me hacen más daño”, contó.
Él llamó al 911 y vio que una patrulla pasó espantada, luego lo llamaron para decirle que estaban tratando de alcanzar a los ladrones, pero no les fue posible.
La bici la tenía desde hacía más de 5 años, como muchos ciclistas era parte de su vida para salud, ejercicio y para llevarlo al trabajo.
“Todo lo material es recuperable, es mejor entregar las cosas antes de que le hagan un daño y la familia de uno sea la que más sufra”, mencionó.
La bici era tamaño 29, negra con calcas blancas, tenía la pintura quebrada en el marco y además de los implementos como luces.