Los últimos minutos de la vida del salonero Juan Rafael Marín Fallas fueron una pesadilla al ser asesinado de varias puñaladas dentro de la casa que alquilaba en Escazú.
Este pulseador, de 46 años, fue atacado la noche de este lunes, justo ese día había vendido su carro, con el fin de ayudarse con los gastos, ya que por la pandemia estaba sin trabajo.
Un familiar de Marín, quien prefirió no identificarse, dijo que el salonero era el mayor de cuatro hermanos, no le conocían problemas y temen que la razón del ataque haya sido por el dinero de la venta del carro. Aseguran que no era mucha y que incluso ese día pagó dos deudas. Ellos presienten que quizás alguna persona cercana supo de la platica y lo traicionó.
La víctima recibió fuertes golpes en la cabeza, tenía cortadas en las piernas, una cinta amarrada en el cuello y debido a la golpiza le desfiguraron la cara. La agresión ocurrió en San Rafael de Escazú, él murió en el hospital San Juan de Dios este martes a las 10 a.m.
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“No me quiero imaginar los momentos que vivió antes de morir, no fue de humanos, no creo que ni un animal haga este tipo de ataques, el nivel de agresividad es increíble, le quebraron el cráneo, le desbarataron el rostro.
"Esperamos que las autoridades lleguen hasta los responsables y determinen el nivel de violencia que utilizaron para que paguen lo que corresponde, son personas que no pueden andar en la calle”, dijo el pariente de la víctima.
Marín vivía solo con sus cuatro perros de raza american staffordshire, al parecer a estos también los golpearon.
Las autoridades desconocen si la plata o otros bienes se los llevaron.
A Marín lo despidieron con una misa este miércoles a las 3 p.m. y luego lo pasaron al cementerio La Piedad en San Antonio de Escazú.