Tres mujeres sospechosas de pertenecer a una banda que habría secuestrado al estadounidense William Sean Creighton fueron sacadas de la cárcel y enviadas a la casa, esto mientras sigue la investigación.
Se trata de la abuela y la novia del ingeniero en informática de apellidos Morales Vega, de 25 años, señalado como la mente maestra que ideó el plan contra el extranjero.
A ellas las identificaron con los apellidos Aguirre Leal, de 72 años, y Solís Chaves, de 25 años.
La tercer mujer es una docente de apellidos Sanabria Abarca, de 35 años.
La Fiscalía Adjunta contra Narcotráfico y Delitos Conexos indicó que, pese a que el Juzgado les cambió las medidas a las tres, ellas siguen siendo investigadas por secuestro extorsivo.
Con tobillera
La primera audiencia de apelación de las medidas cautelares se llevó a cabo el lunes 8 de julio en los Tribunales de Goicoechea, los jueces decidieron quitarle la prisión preventiva a la muchacha apellidada Solís Chaves.
Sin embargo, le impusieron usar tobillera electrónica, no contactar a ninguna persona víctima o imputada de los hechos que se investigan, firmar una vez al mes en la Fiscalía y vivir en la casa de su mamá en Curridabat.
“De dicho domicilio únicamente podrá salir cuando deba presentarse a firmar (los días 15 de cada mes), cuando tenga citas de salud o alguna emergencia”, señalaron los jueces.
La Fiscalía de Narcotráfico no está de acuerdo con la resolución del Tribunal Penal
“La Fiscalía considera que Solís debe continuar en la cárcel cumpliendo la medida cautelar. Sin embargo, según establece la legislación costarricense, no existe posibilidad de apelar dicha resolución”, indicaron por medio de la oficina de prensa del Ministerio Público.
En esa misma audiencia confirmaron la prisión preventiva contra el ingeniero Morales Vega y la mamá de este, de apellidos Vega Aguirre, hasta el próximo sábado 26 de octubre.
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Firmar cada 15 días
En otra audiencia ese mismo día, que buscaba una prórroga de las medidas cautelares de los otros cinco imputados, fue cuando el juzgado hizo el cambio a favor de la abuela y de la maestra.
Ambas deben mantener domicilio fijo y actualizado, no pueden salir del país, además la docente debe firmar cada 15 días.
El Ministerio Público tampoco está de acuerdo con estas medidas, por lo que apeló la resolución y está a la espera de una nueva audiencia, en la que insisten que pedirán prisión preventiva contra ellas dos.
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Otros tres hombres de apellidos Vega Aguirre, Martínez Chacón y Ford Dowman sí permanecen en el tabo.
El norteamericano William Sean es el dueño de una casa de apuestas electrónicas que está en San Pedro, San José. Él es conocido como Tony y se desconoce su paradero desde setiembre del 2018.
Al parecer la banda exigió el pago de $5 millones (unos tres mil millones de colones) por medio de una moneda virtual conocida como bitcoin. Al final solo recibieron $1 millón (¢605 millones) en ese tipo de moneda.
Este dinero llega a un monedero virtual, el cual no tiene ningún tipo de regulación y es difícil de rastrear.
La familia del comerciante fue la que pagó; sin embargo, hasta el momento su paradero es incierto. El extranjero es padre de dos menores de edad y tenía muchos años de vivir en Costa Rica pues está casado con una tica.
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