En un abrir y cerrar de ojos el negocito por el que Ariel Zamora Delgado se había esforzado tanto fue destruido casi por completo por la furia del río Turrialba, el cual se creció como nunca antes por los aguaceros de las últimas 48 horas.
Se trata del bar y restaurante El Patio, que estaba ubicado en plaza Arce de Turrialba, el cual terminó por convertirse en una víctima más del temporal que ha golpeado distintos puntos del país desde la tarde del pasado jueves.
9
— personas quedaron sin trabajo por la destrucción del bar y restaurante El Patio.
Zamora contó que lo que más le dolió es que apenas tenía tres meses de haber abierto el negocio, el cual era su única fuente de ingreso tras quedarse sin trabajo como organizador de eventos debido a la pandemia.
“Fue algo muy impactante que no se puede explicar, el ver cómo todo de la nada se va, pero siempre consciente que primero está la integridad y al final lo material, aunque duele mucho.
“Al negocio yo le hice un agregado en la parte de atrás, una estructura para que quedara bastante grande porque adentro era muy pequeño, por eso le pusimos El Patio. Ahí se atendía a la gente, teníamos alrededor de 29 mesas”, contó.
Ariel dijo que la lluvia tomó fuerza pasadas las 3 de la tarde del jueves, por lo que decidió enviar a la mayoría de sus empleados a las casas y quedarse solo con el administrador, dos cocineros y una salonera.
1500
— personas están refugiadas en 29 albergues en las zonas más afectadas del país.
Luego de eso fue al barrio La Margot para ver que tanto había crecido el río Turrialba y fue en ese momento donde vio que una enorme cabeza de agua se dirigía hacia su negocio.
“Le dije al administrador que tiráramos todo lo que pudiéramos para adentro, en eso vi un árbol muy grande que estaba a la par del local caerse y optamos por resguardarnos.
“Vimos como se desprendió todo en dos partes, un 60% se fue de un solo y como a los 40 minutos el otro 40%, lo que escuchamos fue como un retumbo muy grande y luego el sonido de la estructura donde se iba retorciendo y cayendo”.
3
— personas siguen desaparecidas.
Zamora calculó que las pérdidas fácilmente podrían ser de más de ¢10 millones, lo peor de todo es que no tenía nada asegurado. Para colmo de males los jueves era cuando metían todo el inventario para fin de semana y ese día les habían llegado, mariscos, carnes, bebidas y otros alimentos, todo se lo llevó el río.
“Me considero una persona luchadora y me voy a levantar, espero en muy poco tiempo volver a abrir en otro lugar, el problema es que aquí estamos rodeados de los ríos Turrialba y Colorado”, añadió.
Puente cerrado
— El puente blanco sobre el río Turrialba fue cerrado totalmente por los daños que sufrió ante la crecida del río.