Sucesos

Rescatista que pasó últimas horas con peón dentro del pozo: “Él nos decía: ‘no me dejen por favor’”

Experimentado paramédico contó sobre la complejidad y el peligro de realizar un rescate que se prolongó por 16 horas

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Noel, así se llama el hombre que permaneció atrapado durante 16 horas en un pozo en el que trabaja y que colapsó.

Él fue rescatado y sigue con vida en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Juan de Dios, pero su condición es delicada.

Este trabajador, de 33 años, es nicaragüense y no tiene familia en el país.

Rescate urbano en rescate de pozo
El rescate fue muy complejo por la cantidad de material que le cayó encima al trabajador. Fotos: Cortesía Rescate Urbano

Héctor Blanco es un experimentado paramédico, rescatista y director del Rescate Urbano Costa Rica, que participó junto a la Cruz Roja y Bomberos en el rescate de Noel, y nos contó con lujo de detalles todo lo que ocurrió y por qué el rescate se extendió por tantas horas.

Blanco y el paramédico Roberto Durán, también de Rescate Urbano, fueron quienes estuvieron las últimas tres horas y medio del rescate con el peón dentro de un pozo de doce metros de profundidad, en Tabarcia de Mora.

Blanco nos contó que su grupo se dirigía a la búsqueda de don Alfonso Garbanzo, desaparecido en Guanacaste, pero en el camino les avisaron que había aparecido. Poco después les solicitaron ayuda para la emergencia en Mora y, además, un segundo grupo salió de la zona de Los Santos, de donde es el grupo.

Blanco asegura que la escena era muy compleja, ya que Noel trataba de montar un pozo de agua potable y trabajaba solo cuando se dio la emergencia, por lo que los vecinos fueron quienes se dieron cuenta y pidieron ayuda.

Él estaba en un hueco de un metro de diámetro en el que tres alcantarillas colapsaron y todo cayó sobre él.

Rescate urbano en rescate de pozo
Los cuerpos de rescate trabajaron en equipo durante 16 horas. Fotos: Cortesía Rescate Urbano (Rescate Urban)

“Calculamos que tenía diez toneladas haciéndole presión en el tórax, la cadera, las piernas. Existían muchos riesgos: meter maquinaria podía provocar que el material colapsará y se desestabilizara, había riesgo de inundación, sacar todo el material que había dentro del pozo, no se podía con una pala grande porque por el espacio solo cabían Noel, el paramédico y uno que estaba más arriba. El trabajo de sacar el material se tenía que hacer con pala de jardinería y con baldes, había piedras muy prensadas que hubo que usar equipo especial para cortarlas”, narró el paramédico.

Dentro del pozo no solo estaba en riesgo la vida del trabajador, sino la de los socorristas que se fueron turnando. Ellos bajaban amarrados de un arnés y una cuerda. Cuando entraron al pozo había agua y casi solo se le veía la cabeza a Noel y no había cómo poner la bomba de achique.

“El trabajo era en equipo, todos dependíamos y necesitábamos de todos, se puso un tubo de ventilación y un tubo para extraer polvo, un cedazo para evitar que le cayera material en la cara”, comentó.

Blanco asegura que lo complejo fue que se trató de tres tipos de rescates: en espacio confinado, estructura colapsada y rescate vertical.

A las 3:15 a. m. de este jueves, luego de 16 horas en el fondo del pozo, el trabajador de 33 años fue rasladado en condición crítica al Hospital San Juan de Dios. Foto: Cortesía Cruz Roja.
Don Noel está grave en el Hospital San Juan de Dios.

A Noel para mantenerlo con vida le aplicaron intravenosas, medicamentos y hasta tuvieron acceso a una sicóloga para que les orientara.

En el sitio contaban con el doctor Marco Vargas, con amplia experiencia para atender este tipo de emergencias y otro médico residente en cirugía.

A Héctor se le hace un nudo en la garganta al contar que para las últimas horas necesitaba que dos rescatistas no solo con experiencia, sino con mucha técnica bajaran para sacar al paciente con éxito, por lo que él y Roberto fueron los elegidos.

“Jamás voy a olvidar su cara, sus ojos rojos, él me miró a los ojos, decía: ‘ya no aguanto, estoy muy cansado’, y cerraba los ojos. Le decía, mae Noel ayude, y él abría los ojos y con las manos movía las piedras, tratábamos de alentarlo.

“Roberto y yo le prometimos que no lo íbamos a dejar y le preguntamos cosas cotidianas para tratar de cambiarle la conversación, yo le decía: qué rico un café, ahora nos vamos a comer un pedazo de pizza y le insistimos que no lo íbamos a dejar, ahí es donde existe el amor y la voluntad, porque esto le afecta a uno, pero dimos la milla extra y Dios nos dio fuerza”.

Rescate urbano en rescate de pozo
El pozo tenía un metro de diámetro. Fotos: Cortesía Rescate Urbano

Hubo momentos complicados, a él le dolían las piernas, los brazos, tenía frío y le pusieron soluciones calientes, hubo un momento en que vomitó mucho. También le colocaron una bolsa térmica.

A Héctor todavía le cuesta explicar lo que significó para todos cuando los escucharon decir: “está libre” y empezaron a subir a Noel.

“En este tipo de emergencias se necesita estar bien física y mentalmente porque la persona está viva, hay mucha presión de que se debe sacar, fue un gran trabajo y lo primero que pidió Noel en la ambulancia fue café”, dijo Blanco.

Rescate urbano en rescate de pozo
Héctor Blanco pasó tres horas y media en el pozo al final una manguera de achique que se desprendió provocó que sus ojos quedarán aterrados de barro. Fotos: Cortesía Rescate Urbano

Cuando Blanco iba a salir del pozo una de las mangueras de la bomba de achique se desprendió y por la presión prácticamente le aterró los ojos de barro.

“Iba para arriba y no veía nada, cuando estaba afuera por casi veinte minutos me lavaron los ojos y luego empecé a ver parchones. Claro que hay cansancio y dolor de espalda, pero pese al riesgo hay beneficios, espero que se recupere Noel y claro que uno espera volver a verlo”, concluyó.

El rescate terminó a las 3:16 a.m., y ellos llegaron a sus casas este jueves a las 8 a.m., luego de cargar el equipo que llevaron.

Roberto Durán y Héctor Blanco prometieron a Noel que no lo iban a dejar. Foto: Silvia Coto (archivo)
Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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