En lugar de quedarse de brazos cruzados esperando cumplir su tiempo en prisión, un grupo de 25 reos decidieron darle un mejor rumbo a sus vidas y por eso llevaron cursos de cocina, arte y emprendimiento.
Este viernes se llevó a cabo la graduación de estos empunchados privados de libertad, que fue promovida por la Fundación Nueva Oportunidad y que tuvo lugar en el salón Crea+ del Museo de los Niños.
Los reos provienen del Centro de Atención Institucional Luis Paulino Mora (cárcel de San Rafael de Alajuela), de la Vilma Curling Rivera (antes llamada el Buen Pastor), así como del Centro de Formación Juvenil Zurquí.
Según el Ministerio de Justicia y Paz, los hombres de la prisión Luis Paulino Mora le sacaron el jugo al programa "Incubación de ideas de negocios", con el cual se animaron a crear planes de negocios para saber cómo ejecutar su propia empresa y así retomar sus vidas y ser el sostén que sus familias necesitan.
Asimismo, siete jóvenes del Centro de Formación Juvenil también lograron alcanzar las metas que se habían puesto durante el programa “Camino al Brete”, desarrollando habilidades que les permitirán conseguir un trabajo digno e, incluso, continuar estudiando en un técnico o en la universidad.
Además, dos muchachos más recibieron su título del programa de Gastronomía y de Arte, por lo que ya tienen todas las herramientas para destacar en la cocina o en una importante galería.
Dos mujeres y una persona transexual de la cárcel de mujeres también se pusieron las pilas para ganarse el anhelado título de emprendedoras, con el cual esperan crear un negocio que las aleje de la violencia y la exclusión que han sufrido.
“Nuestro compromiso es aquí con ustedes, por la defensa de los Derechos Humanos de las poblaciones más vulnerables, por la dignidad. Ustedes han sido testigos a lo largo de esta gestión de la enorme cantidad de obstáculos internos y externos que hemos tenido. A pesar de eso, seguimos creyendo que esto es lo que había que hacer”, expresó la ministra Cecilia Sánchez.
En gran parte, el éxito de estos privados de libertad se debe al esfuerzo del personal de la Fundación Nueva Oportunidad, que con apoyo de la Universidad Nacional Costa Rica y el financiamiento del Instituto Costarricense sobre Drogas, sacaron este grupo adelante.
Se espera a que la graduación de estos 25 privados de libertad inspire a otros reos, de manera que puedan ver que, aunque estén en la cárcel, pueden luchar por iniciar una nueva vida.