La decisión que tomó el Gobierno de la República de disminuir el presupuesto del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ha afectado tremendamente a las familias de escasos recursos económicos que tratan de sacar adelante a los hijos de mujeres asesinadas en femicidios.
Desde diciembre anterior estos hogares están preocupados al ver que el monto del dinero que recibían ha disminuido; aseguran que si antes no cubrían todos sus gastos, ahora es peor, pues ni siquiera tienen para comprar los cuadernos y el uniforme para que los menores sigan estudiando.
Así se lo confirmó a La Teja dos familias que no se conocen entre sí, pero que comparten el mismo dolor de perder a una integrante de su familia y que han respondido por sacar adelante a los inocentes.
Doña María Ester Salguera, de 59 años, es vecina de Cañas, Guanacaste, y vive esta frustración al estar a un mes de iniciar las clases y no saber si podrá comprarle los útiles y uniformes a sus nietos, una adolescente de 16 años y a un menor que este año entrará al colegio.
Ellos son los hijos menores de Gaudy Vanessa Solano Salguera, de 31 años, hija de doña María Ester y quien fue víctima de un femicidio en febrero del 2015, en Cañas; la abuelita se hizo cargo de los cuatro hijos que dejó Gaudy.
“Cuando a mi hija le quitaron la vida ella tenía cuatro hijos menores de edad, ya dos de ellas son adultas y a como pude las ayudé, una está casada y la otra vive aún conmigo, los otros dos son adolescentes y mi nieta va a entrar a una especialidad en el colegio y me gustaría comprarle su computadora, pero la plata no alcanza, mi nieto, el menor, va para el colegio y tampoco tengo para su uniforme”, expresa esta pulseadora abuelita, que hace ventas para ayudarse, pero la plata aun así no le alcanza.
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Ella afirma que antes el PANI le daba, por los dos menores, ¢260.000 al mes, pero en diciembre le dio ¢180.000 por los dos, dinero que debe estirar para la alimentación, la ropa y demás necesidades para ellos.
Parecido
Miriam Espinoza, vecina de Heredia, vive esa misma frustración, pues ella se hizo cargo de dos sobrinos hijos de una hermana que también murió a manos de un hombre.
La sobrinita que adoptó murió en setiembre del año pasado por un tumor cerebral y el sobrino que tiene a cargo sigue estudiando, pero ella no tiene el dinero completo para comprarle todo lo que necesita, pues ella también es madre de otros dos menores de edad.
“Anteriormente nos hacían un aguinaldo para comprar las cositas de los menores en diciembre y en enero nos hacían un pequeño presupuesto aparte de lo del mes para comprar los útiles escolares; pero en diciembre anterior hicieron en tractos lo del mes y no lo depositaron completo.
“También nos han informado que vamos a recibir menos de la cantidad que nos daban por niño, es difícil porque muchas familias pagamos alquiler, pensamos en recibos, comida y ahora que vienen las clases aún no le tengo nada a mi sobrino y no sé qué voy a hacer. En el Pani nos exigen mucho que los tengamos bien, pero nos recortan el presupuesto”, señaló Espinoza.
El PANI, por su parte, explicó que ellos dan ayuda a 5.253 menores de edad, entre ellos están los hijos de víctimas de femicidio, pero también otros en estado vulnerable.
El recorte se debe a que el Ministerio de Hacienda redujo el presupuesto y el PANI recortó los montos.
“El Patronato Nacional de la Infancia aplicó una disminución en los montos asignados a los diversos programas con el fin de garantizar la continuidad a todos los servicios a los niños, niñas, adolescentes y las familias con base en el recurso presupuestario asignado por el Ministerio de Hacienda”, señalaron.
Usted puede ayudar a María Ester Salguera con un sinpe al 8614-5915, también a doña Miriam Espinoza al 6036-9165.