Sinaí Monge Quirós, de 62 años, es una costarricense que descontó una sentencia por vender a mujeres sexualmente, delito conocido como proxenetismo.
El nombre de ella saltó a la luz el 9 de octubre del 2003, cuando las autoridades desarticularon una poderosa red de prostitución de menores y de mujeres adultas. Por ello, el 22 de febrero del 2005 la condenaron a ocho años en la cárcel al confirmarse que cometía ese grave daño a cambio de dinero.
LEA MÁS: Banda familiar habría invertido sus robos en otros lujos que les daban más dinero
Este martes 5 de noviembre volvió a caer en manos de las autoridades judiciales porque, en apariencia, junto con un hijo de apellidos Monge Herrera, de 45 años, alias Charlie Sinaí, conformaban una banda dedicada a robar casas de lujo en San José.
En julio del 2016 le dijo a La Teja que su vida había cambiado y que ahora estaba al servicio de Dios.
De acuerdo con Randall Zúñiga, director del OIJ, esta banda se encargaba de buscar arte, pinturas, joyas, y abrir cajas fuertes, para conseguir artículos los cuales luego vendían.
La banda la conformaban otra mujer de apellido Badilla, de 32 años, el novio de ella, de apellido Gómez, de 23 años, y otros hombres de apellidos Solano de 47 años y Peacok de 50 y otro de apellido Rojas. Todos fueron detenidos.
LEA MÁS: Mujer y su hijo se volvieron un dolor de cabeza para la Policía debido a violentos delitos
Zúñiga señaló que, en apariencia, en la banda Sinaí Monge tenía como rol el negociar las joyas y artículos que robaban para poder liquidarlos en dinero en efectivo.
Mientras que Badilla (la otra mujer detenida) se encargaba de darles monitoreo a las frecuencias radiales de la Policía para avisar si había seguridad cerca que pudiera poner en riesgo el robo que cometían, señaló Zúñiga.
A la banda le achacan 28 robos, que superan los ¢1.000 millones; supuestamente, las ganancias las habrían invertido en una lujosa propiedad de airbnb en Tempate de Guanacaste y una plaza comercial en Huacas, Guanacaste.