Los mensajes de WhatsApp que se enviaban el jugador Marcel Hernández y la joven que lo acusa por cuatro supuestas violaciones, evidenciaron que entre ellos usaban un lenguaje amoroso. Además, revelan que el futbolista brumoso tenía claro que ella era menor de edad cuando se mensajeaban.
Ayer se reanudó el juicio contra el cubano y declaró Paula Montero, la sicóloga forense y perita que fue contratada por el propio futbolista y su defensa.
Montero se encargó de realizar un informe técnico de los mensajes entre la víctima y el acusado entre agosto y setiembre del 2018. Entonces el jugador tenía 29 años y la joven 16.
Eso sí, mientras eso ocurría en la sesión de la mañana, el juez Rolando Morales tuvo que interrumpir a Montero, porque Marcel se reía en varias ocasiones mientras se leía lo que decían los chats.
“Debo interrumpir, Marcel, para decirle que lo he visto en reiteradas ocasiones reírse por los mensajes que se están leyendo. Le recuerdo que debe mantenerse concentrado y escuchando la lectura sin hacer gesto de risa”, le dijo el juez.
La experta aseguró que los chats que se enviaban eran de corte libidinoso y sexual.
“El tipo de lenguaje utilizado se caracterizó por ser coloquial o informal, utilizando expresiones dirigidas a fortalecer el acercamiento, confianza y conexión entre estas dos personas. Expresiones que fueron aceptadas por ambos integrantes y recíprocas desde el inicio del chat hasta el final”, detalló Montero.
“Otro de los aspectos fue la cultura de interacción en este chat, que caracterizaba una serie de piropos, halagos, comentarios afectuosos, igualmente con un corte libidinoso, con el objetivo de ir desarrollando mayor afecto o cercanía emocional, así como contacto físico. En ningún momento logré identificar algún dato de reclamo, molestia, incomodidad, rechazo u oposición de parte de alguno de los integrantes”, añadió Montero.
Los jueces solicitaron omitir la identidad de la jovencita, pues cuando ocurrieron los hechos ella era menor de edad.
Montero aseguró que el 2 de agosto del 2018, ella (la denunciante) fue quien envió el primer mensaje. En esa conversación, ellos aseguran que quieren verse y hablan de que puede ser ese mismo día.
En sus pláticas hay un sinfín de emojis de corazones.
“Estas personas inician este chat como si se hubieran hablado antes, observamos un tipo de lenguaje afectuoso que lo establece Marcel”, dice Montero.
Las palabras “amor”, “mi amor”, “princesa”, “baby”, reinan en sus WhatsApps, asegura la testigo.
Reproducimos parte de lo que reveló la experta:
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- Ella: “Solo no te preocupes por la edad, de verdad es solo un número”.
- Sicóloga: “Seguido se desarrolla la conversación y se van a ver al día siguiente, cuánto tiempo va a durar esa reunión lo estaban conversando, si se podían ver antes o después del colegio de ella”.
- Ella: Pero es poquito tiempo, sería mejor después... ¿no?
- Sicóloga: “Quedan que se van a ver antes de la entrada”.
- Marcel: No tengo amigos, mi única amiga sos vos, mi novia, mi pareja, mi todo.
- Sicóloga: Siempre están los que son torteros y eso lo sé bien.
El primer encuentro
La primera vez que la joven y el delantero se vieron fue el 3 de agosto del 2018, según la acusación del Ministerio Público.
Los mensajes de ese día empezaron a las 6 de la mañana.
- Marcel: Buenos días, amor mío.
- Sicóloga: “Es una conversación entre ellos mientras ella se traslada al sitio”.
- Ella: Sí, eso haré, espero que todo salga bien.
- Marcel: Sí, amor, siempre seré bueno porque de veras me gustas mucho.
- Ella: Sí, pero apenas te conozco.
- Marcel: Bueno amor, yo solo quiero que me quieras y quererte (se mandan corazones).
- Ella: Sí (le manda corazones corazones), qué lindo. Gracias de verdad...
- Marcel: Yo estaré queriéndote todo el tiempo (le manda corazones).
- Ella: Bueno, igual yo...
- Marcel: Tengo el deseo de verte ya, darte besos y abrazarte.
- Ella: Sí, igual, perdón por ser tan desconfiada.
La sicóloga asegura que de 6:30 a 7:48 de la mañana ya no se mandan más mensajes, por lo que se asume que en ese tiempo se dio el encuentro. Tiempo después se vuelven a escribir.
- Ella: Que te vaya muy bien, cuídate porfa (corazones).
- Marcel: Amor me fue bien, ya te extrañaba.
- Ella: Qué lindo, igual a mí, solo que qué riesgo, verdad, con eso.
- Marcel: Tranquila amor, no pasa nada, ya olvidemos eso, dime cómo va mi reina.
Ella: Sí, amor, es que me da miedo, es que sin protección no quiero que pase.
Siguen cercanos
La sicóloga forense asegura que después de eso se da una comunicación fluida y amorosa entre ambos, ella le pregunta qué hizo en el día y hasta le dice “mi vida”.
Incluso, se hacen llamadas y la joven aparentemente muestra su intención por verlo y sigue el intercambio de mensajes y palabras de cariño con el jugador: “Me encanta tu sonrisa, me encanta tu acento, qué lindo que sos”.
Según la sicóloga Montero, la muchacha a veces esperaba hasta altas horas de la noche para poder hablar con Marcel y, en algún momento, por un espacio largo dejaron de hablar porque ella dijo que se le dañó el celular.
El segundo encuentro entre el jugador y la denunciante se dio el 9 de agosto. Esa misma fecha había dado la Fiscalía durante la lectura de la acusación, en la que aseguró que fue cuando se cometió el segundo delito.
Ese día ellos quedaron de verse después de un almuerzo del club (del Cartaginés), cuando Marcel le avisara.
- Ella: ¿Qué haces amor?
- Marcel: Amor, ven ya.
- Ella: Ya voy para allá.
Después de eso, según relató, por casi dos horas hay un tiempo sin mensajes. Para la sicóloga, eso hace pensar que se da el encuentro y a las 5:17 p.m. de ese día la joven le vuelve a escribir.
- Ella: ¿Por qué sos mi debilidad?
- Marcel: ¿En serio? Solo te pido que me cuides ante todo, baby.
- Ella: No lo dude, por fa.
Marcel: Amor tranquila, te cuidaré, lo prometo, te prometo en serio que te cuidaré siempre.
- Ella: Gracias, solo quiero que me lo demuestres la próxima vez con protección.
Después de eso, en algún momento ella le habla a Marcel sobre el temor de un embarazo.
Pero Marcel le dijo: “Ya, ya no hablemos más de eso”.
Para la sicóloga, la jovencita quería formalizar algún tipo de relación con el jugador.
Por varios días más ellos siguieron hablando. La muchacha quería ir al cine, mientras el futbolista quería que se volvieran a ver en su casa.
“Puedo percibir que ella quería que su relación se pudiera ver más a nivel público”, dijo Montero.
La experta aseguró que, según lo que pudo analizar, no hubo acoso de parte de Marcel hacia la menor y que a la joven le ofrecieron una valoración de un psicólogo o trabajadora social y ella no aceptó.
Después del interrogatorio a la psicóloga, el juicio terminó con la recepción de la prueba documental, será este viernes, a las 9 de la mañana, que la fiscal Carolina Martínez empiece con las conclusiones y se sepa si lo va acusar de cuatro delitos de violación o dos delitos de abuso sexual a persona menor de edad.
La joven y su familia solo solicitaron que se condene al delantero, no pidieron dinero.
A la salida de los tribunales, varias personas se acercaron al jugador para desearle buena suerte, otros también le pidieron autógrafos.
La abogada defensora de Marcel, Alejandra Araya, dijo al salir del debate: “Las metas de la defensa se están cumpliendo”.