El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicó que todavía no es posible confirmar si los huesos hallados dentro del cocodrilo al que mataron este sábado en Matina son los de Julio Otero Fernández, el niño de 8 años que murió tras ser atacado por uno de estos reptiles en esa misma localidad.
Por medio de su oficina de prensa, la Policía Judicial explicó que deberán realizar una serie de diligencias para poder confirmar o descartar si los restos encontrados son los del pequeño, quien fue atacado el pasado 30 de octubre en 4 millas de Batán.
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“Me indican los agentes del OIJ de Batán que ellos se apersonaron al sitio para hacer el levantamiento de los mismos y trasladarlos a la morgue judicial, para hacer los exámenes pertinentes para determinar si son humanos. De ser así, luego se harían pruebas de ADN para ver coinciden con los del niño”, indicó el OIJ.
Aunque las autoridades no revelaron mayores detalles sobre lo sucedido, trascendió que fue un grupo de vecinos los que encontraron aparentes huesos humanos y cabellos dentro del animal, todo apunta a que serían del pequeño Julio.
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Otra de las incógnitas alrededor del caso es quién o quiénes habrían sido los que atraparon y mataron al cocodrilo, pues esa acción configura un delito.
Desde hace varias semanas los vecinos de esa zona estaban muy molestos con las autoridades, especialmente con el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), pues aseguraron que los funcionarios de dicha institución no estaban haciendo mayor cosa por capturar al cocodrilo.
En cuanto a la trágica muerte de Julio, esta ocurrió cuando él se encontraba junto a su mamá, Margini Fernández Flores, una tía y un primo pasando la tarde en el río Matina.