EscucharUn pastor evangélico de apellidos Chacón Leandro deberá sentarse en el banquillo de los acusados en un juicio en el que enfrentará cargos por abuso sexual contra una menor de edad.
Chacón tiene su iglesia en Pacayas de Alvarado, en Cartago. Él es muy reconocido en la zona, incluso la pulseó para ser alcalde en las elecciones municipales del 2016.
Él fue candidato por el Partido Restauración Nacional (PRN) pero sus intenciones no llegaron muy largo ya que en los comicios obtuvo solo un 2% de los votos.
Los hechos que se le achacan a Chacón habrían ocurrido en el 2015, y se tramitan en el expediente 16-000870-0345-PE, en la Fiscalía Adjunta de Cartago.
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Además de este caso, al Ministerio Público ingresaron recientemente otras dos denuncias contra el pastor, también por abuso sexual.
Según detalla el expediente judicial, el pastor le decía a su víctima que sus acciones provenían de “mandatos de Dios”, con el fin de persuadirla y mantenerla en silencio.
En testimonios de descargo, el pastor y su familia cercana declararon que él recibió “influencias malignas” para provocar los presuntos delitos por los que se le acusan.
La Fiscalía informó que la fecha de inicio del juicio aún está por definirse.
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Violador usó la fe
La semana pasada un falso guía espiritual católico, de apellido Villalobos, fue condenado a 30 años de cárcel por violar dos veces a una niña de 12 años.
La condena fue dictada en los Tribunales de Desamparados luego de que se llevaba a cabo un juicio en el que quedó claro que el sujeto usó la fe para ganarse la confianza de la menor y de la mamá de ella.
Los ataques ocurrieron en el 2015 cuando la mamá de la menor trató de buscar ayuda profesional para que guiara a la jovencita en su paso a la adolescencia. La señora quería que la persona que la tratara tuviera valores cristianos, por lo que fue a la Curia Metropolitana y ahí le recomendaron a Villalobos.
La menor recibió solo dos “sesiones” de ayuda con el enfermazo y en las dos fue violada. Al acabar las agresiones el sujeto le advirtió a la niña que no podía contar nada de lo que había pasado ya que nadie lo entendería, sin embargo, días después ella se lo contó a una compañera y esta a una profesora.
Las autoridades hacen un llamado a los padres de familia a estar pendientes de los menores y explicarles que no deben permitir que ninguna persona les falta el respeto y les toque sus partes íntimas. Además, es fundamental que los niños tengan plena confianza en sus cuidadores para que se atrevan a contar si sufren alguna agresión de este tipo.
