El bloqueo celular que pretenden poner en práctica las autoridades del ministerio de Justicia en los centros penitenciarios afectaría a los privados de libertad, pero también a quienes deban entrar a alguna cárcel a trabajar o a hacer labor social.
La incomunicación sería pareja.
Entre los afectados estarían los policías penitenciarios, los funcionarios administrativos de Justicia y los visitantes que llegan a trabajar, entre ellos abogados, profesores de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y miembros de grupos religiosos y de bien social.
El proyecto de ley que está en la Asamblea Legislativa pretende que las empresas ICE, Claro y Movistar quiten por completo la cobertura celular de las prisiones para evitar que los reos utilicen el servicio para coordinar fechorías (secuestros, robos, sicariato) desde adentro.
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Un oficial penitenciario que prefirió no decir el nombre contó que él se siente muy preocupado ante la posibilidad de quedar incomunicado mientras trabaja.
“Aquí no todos tenemos radio de comunicación porque no alcanzan, entonces uno usa mucho el celular. A mí me preocupa porque, por ejemplo, cuando uno está en los pabellones y hay un motín, uno llama por celular para pedir colaboración, con el celular bloqueado ¿como haríamos?, sería muy peligroso tanto para nosotros los policías como para los mismos privados de libertad", explicó.
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Familia afectada
El funcionario dijo además que el sacrificio familiar sería mayor del que ya enfrentan.
“En mi caso yo tengo un horario de siete por siete, es decir, trabajo siete días seguidos y luego descanso siete días.
“Cuando estoy trabajando duermo aquí, en el centro penitenciario, el único contacto que tengo con mi familia es por medio del celular. Les mando mensajes y los llamo en mi tiempo libre para saber cómo están y si pasa alguna emergencia ellos me llaman a mí, pero con la señal bloqueada no tendría manera de hablar con ellos.
Rebeca Méndez es trabajadora administrativa de la prisión Vilma Curling Rivera, más conocida como el Buen Pastor. Ella dice que la medida del bloqueo tiene cosas malas, pero también buenas.
"Si bloquean la señal al fin los privados de libertad dejarían de meter teléfonos a los centros y eso sería muy bueno, pero también nosotros quedaríamos sin señal. Yo vivo cerca del trabajo y llego rápido donde mi familia, pero tengo compañeros que duermen aquí siete días y sé que para ellos sería mas dura la medida", dijo Rebeca.
Otra funcionaria del centro, quien pidió no publicar el nombre, detalló que en la prisión hay pocos teléfonos fijos y por eso el celular es de mucha importancia.
"Entiendo lo que pretenden las autoridades y está bien, pero también hay cosas que deben tomar en cuenta, como que a veces uno tiene que usar el teléfono personal para trabajar", afirmó.
Abogados están quitados
Visitar los centros penitenciarios es normal para los abogados porque deben reunirse con sus clientes, así que pasan horas de horas en las cárceles.
El asunto de que bloqueen la señal celular no les hace nada de gracia a los defensores, ya que los dejaría incomunicados.
La abogada Sandra Camacho nos dijo esto.
“Tengo que ir frecuentemente a las cárceles a hablar con privados de libertad que represento y duro horas porque aprovecho para ver varios el mismo día. Al ser abogada yo no tengo un salario fijo, dependo de las llamadas que recibo de gente que anda en busca de un defensor y muchas veces de forma urgente.
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“Además, por mi tipo de trabajo recibo llamadas a toda hora sobre diligencias judiciales de mis representados como allanamientos o audiencias y necesito movilizarme de inmediato para atender esas tareas. Sin señal celular se me haría imposible darme cuenta de esas cosas. Por otro lado uno, como madre, necesita estar disponible siempre para sus hijos por aquello de una emergencia, esa es otra de las preocupaciones que tengo sobre el tema”, agregó.
Una profesora de la UNED, quien pidió no decir el nombre para evitar problemas laborales, contó que ella trabaja en una prisión de 8 a. m. a 4 p. m. por lo que si se da el bloqueo pasaría todo el día incomunicada.
“Yo tengo hijos y estoy casada y trato de estar en comunicación con ellos y en mi hora de almuerzo los llamo. Además, laboralmente me afectaría mucho estar sin celular porque mi jefa me pasa todas las indicaciones por medio de un grupo de WhatsApp en el que estamos varios profesores.
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“Si tuviera un teléfono fijo en la oficina podría jugármela, como dice uno, pero no tengo, así que necesito el celular”, argumentó.
Los trabajadores esperan que las autoridades de Justicia y las operadoras telefónicas se logren poner de acuerdo y encuentren una solución que le dé seguridad a la ciudadanía sin efectos secundarios negativos sobre quienes no tienen vela en el entierro.