Una llamada de emergencia al 9-1-1 alertó a la Fuerza Pública que en una casa en Granadilla de Curridabat, San José, había un caso de violencia doméstica, pero cuando las autoridades llegaron no escucharon nada y se fueron. Sin embargo tras una segunda llamada -en cuestión de minutos- los hizo regresar al mismo lugar.
Para poder entrar a la vivienda los uniformados tuvieron que pasar por la casa vecina, se subieron a una lavadora y luego brincaron por una tapia que los llevó a un pasillo lateral de la vivienda de Milena Zavaleta Castillo, de 58 años, quien ya estaba sin vida luego de sufrir múltiples puñaladas.
El sospechoso de las heridas mortales es el hijo de la fallecida, un muchacho de apellidos Rodríguez Zavaleta, de 32 años, la fiscal Natalia Rojas señala que la mujer sufrió múltiples puñaladas y él es sospechoso de homicidio calificado.
Estos detalles los recordó Ana Lucía Núñez Ceciliano, una oficial de la Fuerza Pública que atendió la tragedia la noche del martes 16 de febrero del 2021 y los dijo este lunes 10 de octubre del 2022 en el inicio del juicio.
Núñez es la primer testigo de este debate que se lleva en la sala 7 del Tribunal Penal de Goicoechea.
En la actualidad Núñez es una agente de cárceles del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) mencionó que el llamado de alerta lo dio una vecina de nombre Cindy, quien dijo que observaron a una mamá discutir con el hijo; desde la casa de ella se asomaron por la tapia.
Aseguró que dos de sus compañeros brincaron antes y ella quedó de última, desde ahí vio a un joven (el acusado) quien comenzó a gritar.
“Él tenía un cuchillo en la mano derecha y se tiró de un segundo piso, cayó a la par mía, me comenzó a hablar y me preguntaba si era policía, decía que estaba solo y que quería estar con los ticos”, recordó la testigo.
Los otros oficiales caminaron hacia la puerta principal de la casa y desde esta se veía un rastro de sangre desde la sala hasta el baño de la vivienda.
La oficial se quedó con el sospechoso, quien aún tenía un cuchillo en la mano derecha. Ella le mantuvo conversación esperando que llegaran la Cruz Roja y el OIJ, porque al hombre se le veía sangre, más no heridas a simple vista.
La uniformada le preguntó al sospechoso por las llaves de la casa y él decía que no recordaba dónde estaban.
Luego otro oficial regresó donde estaba ella y logró quitarle el cuchillo que tenía mucha sangre al sospechoso.
“Los compañeros entraron a la casa, en la sala había un arrastre de sangre que iba al baño, en este estaba una señora (sin vida)”, expresó la testigo.
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En el segundo piso también había un cuarto con una bañera y en esta estaba un perrito lleno de sangre.
La testigo dijo que vio que también como que el sitio había sido limpiado.
El sospechoso quien en apariencia sufre de esquizofrenia tiene un defensor público de nombre Rene Argeñal.
El juicio lo llevan los jueces Franz Paniagua Mejía, Sergio Quesada Carranza y Alfredo Arias Calderón.
Se esperan cinco testigos para este juicio.