El policía Kevin Arroyo Salazar, de 27 años, quien falleció la noche del martes al caer en un guindo mientras perseguían un carro, vivía enamorado de su oficio y hasta tenía la ilusión de seguir estudiando y poder llegar a trabajar en la Policía Judicial.
Arroyo vivía con la mamá de sus dos hijos, de uno y cinco años en Naranjo.
“Él era uno de esos policía que se ponía el uniforme con orgullo, que uno que lo conocía sabía que era una persona correcta, que de verdad se ponía la camiseta y daba lo mejor en su trabajo. Yo le decía: ‘Mae, que valiente que sos, en estos tiempos hay que andar con cuidado porque la delincuencia nos está ganando’, y él se me quedaba viendo y me decía para eso estamos trabajando todos”, dijo José Murillo, allegado de Kevin.
“Trabajaba en la delegación de Grecia, pero aquí en la comunidad él y su familia son personas muy queridas, hoy todos estamos con el alma rota porque pensamos en esa esposa y en esos niños tan pequeños. Por un carro, por un carro que se robaron, le cambiaron la vida a toda una familia, qué doloroso. Fue muy valiente, él cumplió y sus compañeros también, por su compromiso seguían ese carro. Ojalá su familia encuentre mucha paz y que estas personas paguen”, añadió.
Valerie Campos Peña, compañera sentimental de Kevin, aseguró a La Nación que ella todavía no puede asimilar la muerte del oficial.
Ellos estaban hablando por mensajes de texto, pero Kevin tuvo que salir para ir a atender el robo del carro, cuando volvió a saber de él fue porque dos patrullas llegaron a su casa para informarle de la tragedia.
“Nosotros siempre hablábamos y sabíamos que era un trabajo bastante riesgoso, pero jamás, jamás me imaginé o pensé que esto iba a llegar tan rápido”, dijo vía telefónica.
Recordó que esa última vez que hablaron por mensaje de texto fue a eso de las 6:40 p. m. y estaban hablando del hijo mayor de ambos, de cinco años.
Cuando no estaba trabajando, Kevin aprovechaba el tiempo con su familia, le gustaba mucho comer pizza y además cada vez que podía ayudaba a su papá, que es jornalero en Naranjo.
Uno de los sueños del policía era poder darle una buena educación a sus hijitos, su esposa es ama de casa, a ella le tocó viajar hasta la Morgue a retirar el cuerpo este miércoles.
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Persecución
Kevin iba de acompañante en la patrulla, sus dos compañeros resultaron heridos de gravedad cuando seguían un carro Toyota Prado que le fue robado a una mujer en Grecia en un bajonazo. Ella fue abordada por tres hombres armados.
Los oficiales alcanzaron el carro y ambos vehículos derraparon y se fueron al guindo de 40 metros de profundidad.
Los policías siguen internados, están estables, uno de ellos será operado por las fracturas que sufrió. Uno de los delincuentes, según dijo el director regional de la Fuerza Pública, Pablo Bertozzi, fue detenido al quedar prensado en el carro robado.
Cumpliendo el deber
El ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, lamentó la muerte del oficial.
“Desde el Ministerio de Seguridad Pública brindamos nuestras más sinceras condolencias a la familia del oficial Kevin Arroyo, de 27 años, que estaba trabajando para nuestras fuerzas de la policías y muere en el cumplimiento del deber, justo cuando se había dado un bajonazo, se había desprovisto a un ciudadano de su vehículo y la policía valientemente estaba en persecución del mismo.
“Lamentablemente se da un accidente automovilístico y don Kevin pierde la vida, damos estas condolencias a su familia y sus dos hijos y a todo el cuerpo policial. Son 13.500 hombres y mujeres que todos los días sacrifican su vida, exponen su integridad física para generar integridad para todos nosotros, la Policía se está empleando a fondo ante bandas criminales que nos están tratando de robar la paz y en ese intento, para que la población no se vea afectada, es que muere don Kevin, paz a sus restos”, aseguró el ministro.