El oficial Gabriel Sequeira asegura que sintió demasiada felicidad cuando vio que la bebé que recibió en sus brazos al ayudarle a su mamita a dar a luz en un carro estaba bien.
Él ha flechado corazones desde la noche de este lunes 2 de setiembre, cuando una foto suya con una bebé en brazos inundó las redes sociales.
Gabriel sonríe cuando recuerda que la bebé empezó a llorar segundos después de nacer.
“La bebé lloró y yo me alegré de ver que ella venía sanita”, dijo.
El policía de la Fuerza Pública ayudó a nacer a una bebé dentro de un carro, cuando la mamá era trasladada a una clínica en Pocora de Guácimo, pero debido a que los dolores para la señora eran demasiados no iba a lograr llegar al centro médico.
El hecho ocurrió a las 6:15 de la tarde del lunes, en el distrito de Cariari de Pococí, en momentos en que los oficiales realizaban un control de carreteras frente al almacén El Colono Agropecuario. En ese momento, los policías fueron informados de que cerca del Súper Max una mujer estaba dando a luz dentro de un vehículo.
Gabriel nos contó que no es la primera vez que lo hace, pues ha ayudado a cuatro mamás a tener sus bebitos. Él viste orgullosamente su uniforme desde hace 15 años.
“Me encontraba en el sector de Cariari realizando un control vehícular, cuando observé un carro realizando señales de auxilio y, en vista de la situación, en ese momento decidí movilizarme hacia el vehículo. Observé a una mujer con dolor agudo y en plena labor de parto, por lo que decidí acercarme y verificar la situación y ver en qué podía ayudar. Con base a mi experiencia, observé que la mujer tenía un flujo abundante en sus piernas por lo que inmediatamente me di cuenta que se encontraba en las últimas instancias del parto.
El policía aseguró que él vio a la feliz mamita Erika Castro, de 36 años y le dijo: “Confie en mí, todo va salir bien” y de una vez le cortó la ropa para ayudarla.
“Es ahí donde decidí actuar para salvaguardar la vida tanto de la madre como de su niña, gracias a la rápida intervención y con la ayuda de mis compañeros se logró traer al mundo la niña sin ningún problema quedando a la espera de ser trasladadas al centro médico más cercano”.
Este martes, Gabriel tuvo un día lindísimo, pues recibió muchos comentarios llenos de cariño y admiración, la gente se tomó el tiempo de felicitarlo por cumplir con su trabajo sin dudar ni un minuto.
“Me caracterizo por siempre ayudar a los demás cuando más lo necesiten siempre y cuando mis conocimientos me lo permitan.
“Es un momento de enorme satisfacción poder ayudar en una situación así. Ver la alegría de la madre al recibir a su hija es invaluable”, comentó Sequeira.
A la mamá y a la bebé las llevaron a la clínica de Cariari y por supuesto el noble oficial ya preguntó por ellas y supo que las llevaron al hospital de Guápiles donde las dos se encuentran muy bien.
“Gracias a Dios que pudimos actuar, la consigna nuestra es siempre servirle a la ciudadanía, hoy gracias a Dios me tocó actuar a mí, pero cualquiera de mis compañeros lo hubiera hecho”, dijo.
Gabriel también fue Policía de Fronteras, donde colaboró en la atención de emergencias en fronteras y zonas indígenas, en esa policía fue donde más capacitaciones en primeros auxilios recibió, pues a veces se encuentran a distancias muy lejanas de un centro médico y deben saber cómo actuar.
Además contó que tuvo que ayudar en el nacimiento de otros bebés juntos a sus compañeros en Alta Talamanca, la Zona sur y en la Isla Calero que fue donde más la vio dura porque al bebé le costó mucho nacer pero en todos los casos todo salió bien.
El policía narró emocionado que los papitos de la bebé le agradecieron mucho por la ayuda que les dio hasta le dijeron cómo le iban a poner pero entre tanta carrera que se pegó y la adrenalina se le olvidó el nombre de la preciosa bebita. Pero a La Teja nos contaron que la princesa se llama Ailanny.
Además asegura que mucha gente que estaba cerca le dio bendiciones y lo felicitó.
“Me dijeron que Dios lo bendiga y que lo cuide y uno siente muy bonito. Yo soy muy devoto, solo Dios nos pone, Él me ha puesto en dificultades, esto no fue fácil porque es una vida que corre peligro, pero salimos adelante, he estado en llenas en Sarapiquí con gente gritando auxilio, en el terremoto de Nicoya y en el huracán Otto, situaciones difíciles, siempre vamos a estar anuentes para colaborar”, dijo el oficial.
Ahora la gente lo considera el ángel de esta bebé y su familia.
El oficial tiene dos hijos, un niño de 6 y una de 9 años que son su motor, por eso trabaja con tanto amor.
El ministro de Seguridad Pública Mario Zamora felicitó al oficial y a sus compañeros.