Roberto Martínez Martínez, de 42 años, divide su vida entre sus dos pasiones: ser policía y hacer artesanías.
Desde hace cinco años es oficial de la Fuerza Pública y asegura que ama su trabajo, pero en sus días libres se entrega al arte y también lo disfruta al máximo.
“Yo antes era profesor de español y le enseñaba el idioma a los extranjeros, trabajaba en Sámara (Guanacaste), pero en la temporada baja casi no había trabajo entonces decidí hacerme policía porque era algo que siempre me había llamado la atención. Además, me ofrecía una estabilidad laboral”, relató el oficial.
Martínez dice que lo que más le gusta de su trabajo es la unidad entre los compañeros.
“Yo trabajo en la Unidad de Intervención Policial (UIP), en El Socorro de Heredia. Me gusta mucho que comparto a diario con un grupo de policías muy profesionales que somos como una familia, el problema de uno es el problema del otro”, relató el policía.
Pero no todo es bonito en la Policía, muchas veces Roberto ha tenido que exponer su vida para cumplir con su labor.
“Recuerdo una vez que estaba en Pavas y nos entró un incidente, resulta que estaban golpeando a un sospechoso de asaltar a una señora, había como 100 vecinos pegándole. Todas las otras patrullas estaban atendiendo otros incidentes así que un compañero y yo entramos en una patrulla.
“Me bajé del carro y me metí solo en el molote de gente, a como pude saqué al hombre. La gente estaba tan molesta que me pegaban a mi también, fue una situación bastante complicada”, recordó el oficial.
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Desde la juventud
La otra pasión de Roberto, la de hacer artesanías, empezó cuando apenas era un adolescente.
“Mi formación es prácticamente empírica, empecé pintando aves y luego tallando madera.
"Yo hago mis trabajos para mí, lo disfruto mucho y si alguien me los pide yo los vendo. De vez en cuando también me encargan alguna cosa y con gusto la hago; me piden mucho peces, por ejemplo hago pez dorado, pez vela y otros”, relató el artista.
Martínez asegura que con sus creaciones también logra unir sus dos pasiones porque hace trabajo en madera relacionados con la labor policial.
El oficial vive con la mamá y aunque ella es muy tímida y de pocas palabras, él sabe perfectamente que se siente muy orgullosa cada vez que termina una de sus obras, ese es uno de los motivos por los que se esfuerza cada día en perfeccionar sus trabajos.