Nueve meses después de recibir un disparo en la cabeza que por poco acaba con su vida, la policía Kimberly Suárez Narváez volvió a ponerse su amado uniforme azul, esta vez para recibir la medalla Cruz Escarlata, condecoración que se le entrega a los policías heridos o fallecidos en el cumplimiento del deber.
Suárez, de 24 años, fue herida la tarde del 9 de enero de este año, en el barrio Siglo XXI, en Llorente de Flores, en Heredia, cuando llegó a auxiliar a una mujer que supuestamente era agredida por su expareja, apellidado Ruiz, quien le disparó a la oficial.
“Siento mucho amor por la Policía, logré lo que soñé siempre, ser policía, y di mi vida por una mujer que necesitaba que alguien la rescatara.
“Uno no lo piensa dos veces para intervenir, jamás, uno va y lucha por ser policía y a usted le enseñan que tiene que defender a las personas, no tiene ni que pensarlo, uno va a defender a la gente sin pensarlo”, dijo la uniformada.
LEA MÁS: Ordenan juicio contra sospechoso de dispararle en la cabeza a la policía Kimberly Suárez
La medalla Cruz Escarlata le fue entregada a Kimberly este lunes 8 de noviembre, durante el acto de conmemoración del 72 aniversario de la Fuerza Pública, realizado en el salón de ceremonias del Tribunal Supremo de Elecciones.
Suárez recibió la condecoración de manos del presidente de la República, Carlos Alvarado, el ministro de Seguridad Pública, Michael Soto, y el director general de la Fuerza Pública, Daniel Calderón.
“Es un sentimiento muy grande, muy enorme, me dio mucho gusto que me dijeran las gracias y que todos se levantaran a aplaudir, para mí fue lo mejor”.
“Estoy incapacitada, tengo fe en Dios de que pronto me den de alta”, dijo la oficial Kimberly Suárez.
Muy fácil
Aunque Kimberly fue operada de urgencia en el hospital México y tuvo que pasar un mes internada en el Hospital del Trauma del INS, en La Uruca (le dieron la salida el 12 de febrero), ella dijo que todo este proceso ha sido muy sencillo, pues ha encontrado fuerzas en Dios y su familia.
“Mi recuperación siento que ha sido muy fácil para mí, no me he sentido mal, tenía problemas con el lado derecho, me dolía un poquito caminar, pero yo siempre me levantaba y decía: ‘No, hay que caminar’, y las terapias que recibí me ayudaron mucho”, añadió.
LEA MÁS: Mamá de policía baleada en la cabeza: “Seguimos jalando la cruz”.
Pese a que todo resultó más fácil de lo que esperaba, la uniformada confesó que sí hubo una situación que la afectó bastante.
“Siento que mi recuperación ha sido muy fácil, gracias a Dios que aquí me tiene, puesta para seguir trabajando”, dijo la oficial Kimberly Suárez.
“Yo me siento muy bien, lo único ahorita, y que es lo que más me ha dolido, es que me quitaron el pelo, se lo entregué a Dios en otra operación, pero ahí me irá creciendo cuando Dios quiera, es lo único que me ha dolido”, mencionó.
Suárez contó que aún sigue incapacitada, pero está deseando regresar a la Fuerza Pública, pues ni siquiera esa terrible experiencia que sufrió le quitó la pasión que siente por su trabajo.
Finalmente agradeció todas las muestra de apoyo que ha recibido durante estos nueve meses, además aseguró que el principal pilar ha sido su mamá, doña Analía Narváez, y su hija Aylin, de 9 años.
“Mi mamá es la personas más importante del mundo, ella me ha dado su mano, ha sido mi bordón, es la que me ha acompañado a las citas, vivo otra vez en la casa de ella porque es la que me lava la herida, ella y mi hija son lo más importantes, son mis ángeles”, contó.