Jennifer Vanessa Torres Molina era mamá de tres varones, su familia asegura que era muy trabajadora y tenía mucho sueños, pero lamentablemente fue la víctima inocente de un ataque a balazos que le quitó la vida.
El hecho ocurrió en el corredor de la casa de la mamá de ella, en Canoas de Alajuela, la tarde del martes 19 de octubre del 2021.
El OIJ tiene un video en el que se ve a los sospechosos y lo dio a conocer esta semana con la finalidad de pedir ayuda para identificarlos y encontrarlos.
“Al parecer, los supuestos sicarios tenían la intención de asesinar a un hombre y pasaron disparando contra una vivienda, donde una de las balas impactó a la mujer, lo que le provocó la muerte en el lugar. Minutos después de realizar la acción, los presuntos gatilleros regresaron al sitio y posteriormente huyeron del lugar en una motocicleta”, explicaron las autoridades judiciales.
Uno de los supuestos asesinos vestía con una camisa negra y pantaloneta y unas tenis de color blanco. Si usted lo reconoce llame a la línea confidencial 800-8000-645 del OIJ.
Mamá corrió pero bala fue mortal
Jennifer tenía 35 años y sus hijos tienen 17, 10 y 3 años.
Josué Torres, hermano de ella, asegura que los últimos siete meses han sido grises para la familia y le pide a las autoridades seguir luchando para que se haga justicia.
“Mi hermana vivía a trescientos metros de la casa de mi mamá. Ese día, como en muchas ocasiones, la andaba visitando, ellas estaban en el corredor esperando a mi sobrino mayor que regresaba del colegio en un Uber, él llegó y entró junto a mi mamá a la casa, pero mi hermana se quedó un momento en el corredor sentada junto a una mesa y fue cuando ocurrió el tiroteo.
“Luego de ser impactada, ella se levantó, corrió, subió tres gradas llegó hasta la cocina y agarró a su hijo mayor de las manos, pero comenzó a ahogarse y murió”, recordó Josué.
En apariencia, fueron siete balazos los que se escucharon, uno de estos entró por el abdomen de la inocente mamá y le perforó el pulmón.
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“Mi hermana no era ninguna persona problemática, se llevaba bien con las personas y no hay explicación por el daño que le hicieron”, dijo Josué.
El niño de 10 años estaba en la sala al momento del tiroteo y le cayeron los vidrios que despedazaron las balas.
Josué agregó que su hermana nunca abandonó a los hijos y su sueño era tener una casa propia.
“Como mamá fue excelente, tuvo un bar-restaurante en San Antonio de El Tejar, pero con la muerte de ella fue cerrado”, comentó su ser querido.
Concluyó diciendo que por el homicidio de Jennifer, su mamá ha sufrido de depresiones junto con los demás familiares quienes sienten que todo se tratara de una pesadilla.