David Castillo Porras, de 24 años, salió de su casa en bici con la esperanza de recibir una ayuda de ¢75 mil del IMAS que él usaría para comprarle comida a su familia, pero como les informamos fue atropellado mortalmente por un tráiler.
Castillo, quien se ganaba la vida como piangüero, falleció el martes en El Roble de Puntarenas. Un chofer que se bajaba de su carro sin fijarse golpeó su bicicleta con la puerta y lo lanzó justo cuando pasaba el furgón.
María José Sandoval, esposa de David, dijo que la muerte de su amado, con quien tenía una relación de más de 12 años, ha sido uno de los golpes más duros que le ha dado la vida.
“Me di cuenta de lo que le sucedió porque el esposo de mi hermana iba pasando cuando ocurrió el accidente”, recordó.
Buscaba ayuda
María José contó que su esposo salió en busca de la ayuda porque su hogar pasa una situación económica muy complicada ya que David tenía cerca de 22 días sin trabajar como piangüero debido a la marea roja
Según María José, el IMAS entregó a los molusqueros de la zona una ayuda de ¢75 mil por esta situación, pero a su esposo se la negaron porque aparecía asegurado por una empresa de construcción.
Ella explica que se trataba de un error pues David tenía mucho tiempo sin trabajo y que incluso contaba con una carta de despido.
"Como lo rechazaron él se fue para el IMAS a pulsear esa ayuda, pero en su camino apareció ese imprudente que se bajó del carro, lo golpeó con la puerta y luego el tráiler le quitó la vida”, dijo.
María José contó que una de las situaciones que más le dolió fue que muchas personas no tuvieron el más mínimo respeto por su esposo y le tomaron fotos que luego circularon en redes sociales.
Difícil situación
Con la muerte de David el mundo se le vino encima a su esposa porque no solo perdió a su compañero de vida, sino a también a la persona que llevaba el sustento al hogar.
“Tenemos tres niños: una chiquita de doce años, un niño de ocho y una bebé que va a cumplir cuatro. Ha sido muy difícil para nosotros porque no contamos con nada, esos ¢75 mil que él iba a pedir era lo único que íbamos a tener para comprar comida”, mencionó.
Ahora más que nunca María José y sus hijos necesitan la ayuda de personas de buen corazón porque además de la escasez de comida deben hacerle frente al funeral de David.
“Ahorita no tengo de dónde sacar para enterrar a mi esposo, ¿cómo cree que me puedo sentir al saber que me van a traer a mi esposo y no tengo una caja en la cual meterlo?”, dijo.
Conductor dio la cara
María José contó que también ha pensado mucho en el conductor del carro que causó el accidente y cómo pudo irse del lugar como si nada.
“Se fue como si hubiera sido un perro al que le pasó eso, como si fuera cualquier cosa, así lo dejó tirado en la calle como un animal”, dijo.
“Para mí el trailero es inocente porque no podía hacer nada por evitar el accidente, el imprudente fue el del carro rojo”, expresó.
Ante una consulta de La Teja, el Ministerio Público informó que el chofer del carro se presentó la mañana de este miércoles a la Fiscalía de Puntarenas, donde agentes del OIJ realizaron una inspección de su carro.
“El Ministerio Público está a la espera de recibir un informe, una vez que cuente con este procederá con lo que corresponda. Debido a que el caso se encuentra en el OIJ, de momento, no contamos con el número de expediente ni los apellidos del sospechoso”, informó la Fiscalía.
Por su parte, María José mencionó que gracias a la ayuda de varias personas logró averiguar la placa del carro involucrado, el cual, aparentemente, es propiedad de un hombre apellidado Trejos.
“Lo que pido es justicia para mi esposo, porque él no era un perro al que atropellaron, era un hombre bueno y un excelente papá. También pido de corazón ayuda para mis tres chiquitos”, dijo.