El homicidio de Kassandra Sánchez Ballestero no solo golpeó a su familia y allegados, sino también a Max, el perrito que ella siempre cuidó.
El peludito siempre se escapa de la casa de doña Sonia Ballestero, mamá de Kassandra, y se mete al cementerio de Poás de Alajuela solo para acostarse sobre la tumba de la joven que lo abrazaba y le daba de comer.
Este detalle lo mencionó doña Sonia al ser la primera testigo en el inicio del juicio por el homicidio de su hija en el Tribunal Penal de Alajuela.
Sostuvo que el cementerio donde está su hija está a 50 metros de su casa, sobre la calle principal en Poás de Alajuela y todos los días la va a visitar y también lleva a Max, pero muchas veces el animalito se escapa y se queda sobre la tumba hasta que lo llegan a sacar.
“Ellos pasaban 24/7, ella estudiaba en las noches y Max se quedaba con ella, también lo sacaba a pasear, el perrito es de una vecina, pero se fue quedando en nuestra casa y mi hija lo chineaba mucho, si ella comía jamón, también Max tenía su jamón, le daba atún fresco, siempre le dio mucho amor”, recordó la mamá.
La única forma para que el animal salga del cementerio, es ver que doña Sonia se acerca para sacarlo.
“El panteonero me llama para que lo vaya a recoger (se refiere al perro), sentimos que a él también le hace falta”, manifestó esta madre.
Agregó que tras la muerte de su hija hay un vacío en su casa que nunca podrán llenarlo.
“La casa quedó vacía, es un vacío increíble, aquellas risas, las anécdotas, todo eso hace mucha falta, los planes que llegaba a contarnos, llegaba de estudiar y nos decía que llevaba todo en rojo, era porque iba muy bien.
“En las noches estudiaba y Max siempre la acompañaba”, manifestó esta madre.
El peludito sigue quedándose en la casa de la familia Ballestero y lo cuidan como uno más de la familia, tal como lo hacía Kassandra.
El perrito es un zaguate que supo ganarse el cariño de la muchacha y pese a no verla, este se mantiene en la misma propiedad o en el cementerio.
Siempre ayudando a los demás
Doña Sonia también mencionó que su hija, a la que mataron con tan solo 19 años, siempre se esforzaba por cuidar a los más necesitados.
Buscaba la forma de repartir comidas y soñaba con ser nutricionista para ayudar a los adultos mayores.
“Iba al gimnasio y quería ser nutricionista para poder darle soporte a los ancianos”, recordó.
La Fiscalía argumenta que Kassandra murió al defender a un amigo que peleaba con otro sujeto frente al bar El Rey.
Un tío de Kassandra, de nombre Jimmy Ballestero, llegó al juicio cargando un portaretrato de la imagen de su sobrina.
“Esta foto muestra un momento importante en la vida de ella, donde estuvimos todos apoyándola y con esta imagen expresamos en los Tribunales el apoyo hacia ella”, señaló don Jimmy.
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La familia, además, anda un lazo morado, que simboliza el alto de la violencia hacia las mujeres.
“No se debe quitar una vida de una forma como se la quitaron a ella, es una forma de decir: ‘no más violencia’”, mencionó el tío.
Pidió valoración médica
El acusado de matar a Kassandra es un mecánico de apellidos Arce Céspedes, de 31 años, este hombre es representado por los abogados Edgar Hernández y Jaens Porras.
Los defensores de él le pidieron a los jueces Elsyana Mairena Jiménez, Rodrigo Monge Umaña y Alberto García Chaves, que su cliente fuera valorado psicológica y psiquitáricamente.
Esto porque señalan que el 29 de octubre del 2010, su cliente fue atropellado por una vagoneta en Quepos y esta situación lo tuvo en coma durante ocho días, además le tuvieron que extraer un coágulo de sangre de la cabeza.
“Posterior a esto, ha sufrido dolores intensos y ha tenido pérdida de la noción de las circunstancias”, alegó Edgar Hernández. Ellos asumieron la representación del acusado hace pocos días.
También pidió un estudio socioeconómico para determinar la vulnerabilidad del acusado.
Arce es acusado de homicidio simple contra la muchacha, además de lesiones leves contra un joven llamado Anthony Aguilar.
Kassandra murió de un disparo en el pecho luego de defender a un amigo frente al bar El Rey, en Poás de Alajuela, la noche del domingo 6 de marzo del 2022, de acuerdo con los testigos, el acusado lo último que le dijo fue: ‘¿quiere comer plomo?’ y luego accionó el arma de fuego.
La joven murió en el sitio.
Este juicio recibirá seis testigos.