Un caso de crueldad, más bien de salvajada animal, vivió una familia turrialbeña, cuando un vecino mató de un garrotazo a su perrito Taitus.
Shirley Gutiérrez, quien es periodista en la Asamblea Legislativa, le contó a La Teja el duro momento que tuvo que vivir el pasado 14 de diciembre cuando asesinaron a su mascota.
Gutiérrez recuerda que ese día se encontraba en su casa, en El Recreo de Turrialba, haciendo teletrabajo, y que una amiga le estaba ayudando con el oficio.
“Yo tengo tres perritos, todos pequeños, ninguno pesa más de dos kilos. Se trata de una chihuahua llamada Galea, que ya está viejita, otro perro que adopté y que es mudo (le cortaron las cuerdas vocales para que no ladrara) llamado Logan y Taitus un perrito yorkie. Ellos estaban en el patio de la propiedad con mi amiga, Jenny Fallas, quien estaba tendiendo ropa”, contó la afectada.
Jenny se percató que un hombre venía caminando con un garrote en la mano y los perritos empezaron a ladrar, pero jamás con la intención de morder porque son mansitos y temerosos.
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“Ese hombre se metió por mi propiedad y empezó a gritarle cosas a Jenny fue algo horrible. Ella le dijo: ‘deme tres segundos para mover los perros’. Yo le dije que se saliera de mi propiedad porque no tenía que pasar por ahí y empezó a gritarme cosas, que los perros lo iban a morder y que él pasaba por donde le daba la gana”, relató doña Shirley, quien después se enteró que el sujeto es un vecino que vive más arriba de su casa.
“Ese señor agarró el garrote y como Taitus era el que estaba más cerca le dio un golpe en la cabeza y me lo mató de inmediato. Yo estaba desesperada porque no había nada que hacer. El hombre ese, solo sé que se llama Álvaro, se fue a la parada del bus que está a la par de la cerca de mi casa, por lo que fui con mi hijo a reclamarle y no lo dejamos subir al bus. Le dijimos al chofer que ya habíamos llamado a la Policía”, relató la dueña del perrito, que tenía cinco años.
Doña Shirley asegura que en el lugar se armó un zafarrancho porque los vecinos se acercaron para ver qué era lo que pasaba. El asunto se complicó cuando llegó un hijo del vecino, porque hasta hubo golpes y doña Jenny recibió varias patadas.
Necropsia
Debido a lo sucedido, Gutiérrez puso la denuncia (011-20001552) ante el OIJ de Turrialba para que investigue el caso.
Los oficiales se llevaron el cadáver de Taitus para hacerle la necropsia (estudio al cadáver para determinar causa de su muerte). Ella también presentó como evidencia el garrote que llevaba el vecino.
“Yo no me podía quedar sin denunciar esto, ese señor nunca había pasado por aquí y ninguno de esos perros muerde, son tan pequeños que con solo espantarlos salen corriendo. Yo colaboro con la Fundación de Animales Canelo y jamás voy a guardar silencio ante una situación así. Él salió de su casa de malas y decidió matar al animal que se le atravesara, porque no existía ninguna razón. Taitus era un miembro más de esta familia”, dijo Gutiérrez.
La periodista asegura que ella no va descansar hasta que la Ley contra el Maltrato Animal en este caso le cumpla.
“Yo creo en la Justicia de Dios, y nunca me imaginé que uno de mis animales iba a ser un símbolo de la crueldad animal. Estoy tan dolida, indignada, triste y consternada. En la propiedad ya preparamos una tumba para enterrar a mi perrito”, dijo Shirley.
La dolida turrialbeña agregó que lo que vivió la identifica con el caso del gatito arrastrado y ahorcado en Palmichal de Acosta.