El pequeño Reynaldo Jaddyr Quirós Rivera, de 4 añitos, es carguísima, él sobrevivió al ataque de un perro y, después de año y medio de cirugías y constantes citas, ya puede alimentarse sin la ayuda de una sonda. O sea, nuevamente puede saborear todos los alimentos que le encantan.
Esta semana, los doctores del Hospital Nacional de Niños lo operaron para quitarle la traqueostomía que le ayudaba a respirar y también el peg (un tubito que permite que la comida le caiga directo al estómago) porque ya no los necesitaba.
Y este viernes le dieron la salida ya que ha evolucionado muy bien, por eso una ambulancia lo llevó este sábado a su casita en Siquirres.
Su mamá, doña Silvia Tatiana Rivera Gamboa, nos contó que aunque su hijo se siente feliz, después de la cirugía lloró porque le quitaron el “cosito” de la garganta (traqueotomía) pues ya se había acostumbrado a andarla en su gargantita.
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La evolución y los procedimientos que le han hecho al niño han sido muy alentadores y positivos, por lo que se espera que en unos dos meses la recuperación del pequeño estará completa.
En enero, a Jaddyr lo habían operado para que pudiera comer solito, pero esa vez la cirugía no dio los resultados esperados.
Nuevamente volvieron a intervenirlo y desde hace poco más de dos meses el pequeñito pudo dejar de alimentarse solo con el licuado que llevaba muchas galletas María, frutas, verduras, carnita molida y pollo, ahora toda la comidita le baja bien por la garganta.
De hecho, eso era algo que el valiente niño extrañaba y anhelaba, poder saborear muchos alimentos. Entonces su mamita, con ayuda de algunas personas, le celebraron sus 4 añitos, el 17 de abril pasado, día en que pudo darse el gusto de comer gelatina, heladitos, queque y hasta confititos.
“Le encanta poder comer fideos, sopita de gallina y de carne, la verdad ha mejorado mucho, para él es maravilloso poder comer colados, gallo pinto, papitas, salchicha, jugo, sandía, melón, galletas y todo aquello que no podía por la condición en que estaba”, dijo la mamá, quien asegura que ha confiado a Dios la recuperación de su hijo desde el primer momento.
Jaddyr todavía tiene que ir a citas y seguir un control muy estricto, además lo mandaron con una nutricionista. Además, en agosto los médicos del Hospital de Niños lo volverán a ver.
Él tiene mucha ilusión porque el otro año va a materno, ahorita su mamá nos contó que está yendo a una escuelita especial, pues necesita terapia por algunas de las lesiones.
Un milagro
Reynaldo es un pequeño milagro ya que el 12 de noviembre del 2020, el perro de su casa, llamado “Rocky”, lo mordió brutalmente.
El animal tenía la costumbre de agarrar cuanta gallina pudiera, ese día el niño estaba jugando cuando uno de los gallos se le paró encima y el perro lo atacó. La mamá le gritó a Rocky hasta que soltó a su bebé.
Las mordidas fueron en la cabeza, por lo que fue necesario hacerle una reconstrucción de cráneo, además en la garganta y en el pecho.
“Tuvo daño cerebral, una parálisis, no podía mover la parte derecha del cuerpo, no caminaba ni podía hablar, pero ha ido mejorando muchísimo de todo”, dijo la mamá.
Doña Silvia es una pulseadora, ella no se arruga y lucha hasta el cansancio, ahorita asegura que se siente triste porque está desempleada, pues estaba vendiendo verduras empacadas al vacío y el carrito con que hacía las entregas se le dañó y no tiene dinerito para repararlo. Ahora empezó a vender ceviche, pero las ventas son bajas.
Cuando les toca venir al hospital ella pasa muchos días sin poder trabajar, por lo que se atrasan con el alquiler y los pagos que tienen pendientes, lo que la angustia mucho porque de momento no puede buscar un trabajo fijo ya que ella es quien cuida a sus hijos y lleva a Jaddyr a las citas. Si usted quisiera echarles una manita puede contactarlos al teléfono 8478-9857. Ella asegura que ha pedido ayuda al Estado, pero ni siquiera le contestan.