Como un hombre de mucha fe y que venía de una familia humilde y pobre, así es como se describe el pastor apellidado Barboza Pilartes, de 40 años, que este martes fue detenido por las autoridades como sospechoso de colaborar con un supuesto narco colombiano que era uno de los 50 hombres más buscados por la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.
Barboza, quien es pastor de la iglesia Manantial de Vida, en Las Delicias de Aguas Zarcas, en San Carlos, es vinculado con la organización narco dirigida por un hombre apellidado Meléndez León, a quien se le relaciona con el Clan del Golfo. Meléndez, alias Comando, al parecer, era el cabecilla de un grupo que trasegaba drogas a Europa por medio de cargamentos de piña y yuca.
La detención del pastor tomó por sorpresa a muchos vecinos de Aguas Zarcas, pues Barboza era muy conocido en esa zona, hasta el punto de que en el 2020 fue el dedicado del tope de La Fortuna. Por ese reconocimiento es que el medio TV Actual le realizó una entrevista para conocer más sobre sus orígenes.
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“Yo nací aquí en San Carlos, soy cien por ciento sancarleño, orgullosamente sancarleño. Vengo de una familia humilde, una familia pobre y gracias a Dios muy bendecido de haber nacido en la familia en la que me encuentro y en la que nací”.
En esa entrevista, realizada en el 2020, el pastor habló sobre su negocio en el sector piñero, indicando que este inició a mediados del 2014. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no detalló desde cuándo existiría la supuesta colaboración entre el pastor y Meléndez.
“Para la gracia de Dios yo soy empírico, trabajo en el sector de piña, no tengo estudios, solo tengo el sexto año de escuela, pero gracias a Dios y a su infinita misericordia me ha dado mucha oportunidad de desempeñarme en el medio, de aprender, estuve con mucha gente que tuvo la paciencia en enseñarme”, dijo Barboza en esa entrevista.
En cuanto a la supuesta colaboración de Barboza con el grupo criminal, el OIJ indicó que el pastor, en apariencia, recogió las ofrendas de su iglesia en efectivo para luego depositarlas en el sistema bancario nacional junto al dinero que era generado por el tráfico de drogas.
Trascendió que el pastor tiene registradas propiedades valoradas en ¢112 millones y carros de muy alto valor, además de que pasa realizando trabajos de construcción en su iglesia.