Un video de una cámara de seguridad dejó en evidencia a una pareja que andaba con una bebita en un carrito tipo “Buggy”, el cual aparentemente usan para robar y guardar las tapas de los medidores de agua.
El video fue grabado en San Rafael de Heredia y el vecino, indignado al ver la grabación, la entregó a la municipalidad para que tome cartas en el asunto.
En el video se ve cuando una señora y una niña van por la acera, la mujer empuja el carrito, se ven con un hombre que se agacha, vuelve a ver para todo lado y deja caer un pañito rosado con el que envuelve la tapa del medidor del agua y levanta una tapita que trae el carrito en la parte de adelante y ahí mete la tapa bien envuelta.
Después siguen su camino pero separados.
La Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) está al tanto de la situación con el robo de tapas de medidores y de alcantarillas.
Por medio de su oficina de prensa comentaron que la Municipalidad de San Rafael de Heredia les hizo llegar el video la semana pasada para que tomen cartas en el asunto.
“Nosotros anualmente compramos 800 tapas para la reposición por daño, pérdida o robo. Y se está dando que se las están robando para venderlas. Lo que nos preocupa incluso es que puedan provocar un accidente con una persona o incluso a alguien con discapacidad, como una persona no vidente”, dijo Cristopher Camacho, vocero de prensa.
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Cada una de las tapitas tiene un costo para la empresa de $7 (aproximadamente ¢4675).
“Estamos atados de manos porque no podemos sustituir el material de las tapas, porque las que existen son plásticas y tienen menos vida útil y aguantan menos a los cambios en las condiciones del tiempo”, dijo Camacho.
Las autoridades tienen claro que las tapas son robadas para fundirlas, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha estado realizando constantes allanamientos para recuperar ese tipo de bienes.
En la provincia de Heredia la Policía Municipal ha tenido que reforzar los patrullajes durante la noche y la madrugada para evitar que estos robos se sigan dando ya que desde principios de año se han disparado, además se mantienen en estricta vigilancia en los alrededores de algunas chatarreras.