A la maestra Andrea Sanabria la conmovió en lo más profundo saber que el cuerpo hallado el sábado 21 en la represa Brasil, en Mora, es el del mensajero Jeffrey Vargas, de 30 años.
Este martes, minutos después de que el OIJ lo confirmara, la docente escribió una carta en la cual un bebé por nacer le habla a su papá.
Como sabemos, Jeffrey estaba por ser el padre y el chiquito, que llevará su nombre, vendrá al mundo el 12 de diciembre.
La pareja se casó hace 9 años.
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Andrea es maestra desde hace 14 años y también es esposa; no conoce a la familia de Jeffrey, pero siguió de cerca el caso, que se inició con la desaparición del mensajero el 20 de octubre, cuando andaba en calle Mesén, en La Unión de Cartago.
Al enterarse de que habían encontrado el cadáver de Jeffrey, Andrea se sentó en un sillón y trató de ponerse en el lugar de los familiares del mensajero y pensó en el dolor que están enfrentando.
“Aún no soy mamá, pero pensé en el dolor de perder a mi esposo, al papá de mi hijo. Pensé en un parto con un duelo, una Navidad sin él, en el contraste de la vida y la muerte. Jeffrey murió, pero su hijo viene para la vida, por lo que también me puse en los pies del bebé”, explicó.
Mucha ternura
La redactó de tal manera que es como si el bebito se la hubiera escrito a su padre: “Hola papito, únicamente te escribo esta carta para decirte que mamá te ha extrañado mucho todo este mes.
“Mamá ha llorado y te ha estado esperando como todas las noches para que la abraces y le beses la pancita... aquí, donde estoy yo ahorita. También te escribo ¡para contarte algunas noticias! Estoy seguro que sabes que estoy a punto de llegar al mundo.
“Todos han estado muy felices y esperándome con mucha emoción, pero desde que te fuiste a trabajar en octubre, y ya no regresaste, todos han estado muy tristes.
“¡No sabíamos dónde estabas! Mis tíos, mis abuelitos, muchas personas que sin conocerte se unieron a buscarte y hasta mi mamita y yo te estuvimos buscando por todo lado. Nos enteramos que en un río había un muchacho, pero ya no vivía.
“Mis abuelitos tuvieron que hacerse unos exámenes para saber si eras tú. Pero todos esperábamos que no fueras y que pronto llegaras a la casita a seguir armando mi cunita. Pero hoy nos dimos cuenta que sí eras.
“Papito... tu te vas y yo estoy por llegar.... te pido que nos cuides a todos desde el cielo. Que fortalezcas a mamá y a los abuelitos. Y no se te olvide que pronto nazco, espero verte también ahí.
“No te conocí en persona, papito, pero siempre te amaré como el papito valiente que murió haciendo lo que amaba... trabajar para llevar el sustento a nuestra familia. ¡Ya estás a salvo!
“Cuando puedas date una escapadita a los sueños de mamita y dale muchos besitos para que ya no llore. Adiós, papito. Te amaré por siempre. Bebé Vargas Henríquez”.
Hoy todo hace pensar que Jeffrey fue arrastrado por el río Tiribí, que aquel 20 de octubre estaba muy crecido y se había desbordado.
La autopsia reveló que murió ahogado, no tenía signos de agresión.
El mensajero adoraba a su familia, era el menor de seis hermanos y era quien pasaba pendiente de sus papás. El próximo 4 de diciembre habría cumplido 31 años.