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Los padres y la esposa de Alejandro Jiménez González, alias Palidejo, quien está encarcelado en Guatemala por el homicidio del cantautor Facundo Cabral, se quitaron de encima una investigación que se llevaba en su contra como sospechosos de lavado de dinero.
Así lo confirmó el Ministerio Público, el cual señaló que esto se debe a que el abogado de los familiares de Jiménez alegó que en agosto del 2021 la causa cumplió el tiempo máximo establecido por ley y prescribió. Este hecho fue dado a conocer este viernes por Telenoticias.
Los beneficiados con esta situación son José Francisco Jiménez Solano y su esposa Ana Isabel González Vega, así como Wendy Pérez Sánchez, de quienes no se sabe nada desde el 2011, cuando inició la causa por el presunto delito de legitimación de capitales.
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“La Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales y Persecución Patrimonial informó que, dentro del proceso penal seguido contra Jiménez González y otros imputados, la defensa técnica planteó ante el Juzgado Penal de Alajuela un incidente de prescripción de la acción penal, solicitando, además, la devolución de los bienes y el levantamiento de las anotaciones de las propiedades, a lo cual el ente fiscal se opuso.
“Mediante resolución del 28 de marzo de 2022, el Juzgado Penal rechazó el incidente de prescripción de la acción penal a favor del imputado Jiménez González, pero lo acogió a favor de tres personas: Pérez Sánchez, Jiménez Solano y González Vega”, informó la Fiscalía.
En cuanto a los bienes, el Ministerio Público informó que la solicitud de devolución fue rechazada, primero porque aún se mantiene la persecución penal contra Palidejo y segundo porque existe un procedimiento de capitales emergentes que se formuló ante el Tribunal Contencioso Administrativo.
En cuanto a la lujosa casa del Palidejo, ubicada en Altos de Montenegro de Canoas, Alajuela, esta se encuentra bajo la custodia del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD), el cual ha tratado de venderla sin éxito desde febrero del 2014.
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Alejandro Jiménez González fue condenado a 50 años de cárcel en abril del 2016, cuando el Tribunal Primero A de Mayor Riesgo de Guatemala lo sentenció por planear y ordenar un atentado ocurrido el 9 de julio del 2011 en el que murió Facundo Cabral.
Las autoridades de ese país señalaron que el ataque iba dirigido al empresario nicaragüense Henry Fariña Fonseca, quien viajaba en el mismo vehículo que Cabral. El ataque fue ordenado por una disputa relacionada con drogas.
