Sucesos

Papás ticos en Inglaterra perdonaron y ‘adoptaron’ al responsable de la muerte de su hija

BBC News dio a conocer el conmovedor caso que unió a esta familia con un joven de Singapur

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Una pareja tica que lleva 26 años viviendo en Cobham, en el condado de Surrey de Inglaterra, es la protagonista de una historia de dolor y perdón, que vivió luego de enterarse que su hija menor murió en un accidente de tránsito, por la imprudencia del joven con quien llevaba unos pocos meses saliendo.

Se trata de los esposos Elizabeth y Fernando Jiménez, quienes se esforzaron para que quien les quitó a su amada María no fuera a la cárcel y, aunque no lograron eso, decidieron adoptarlo como un ‘hijo’

María, quien tenía 24 años cuando murió, nació en suelo tico, pero cuando tenía un año y medio, en 1995, su familia se fue a vivir a Europa, ya que los papás son misioneros de la iglesia anglicana.

La BBC News dio a conocer este caso en una extensa entrevista que le hicieron a la costarricense Elizabeth Jiménez en Inglaterra y a Nicholas Tay, el muchacho que provocó la tragedia y que vive en Singapur.

María Jiménez y Nicholas Tay estaban comenzando a salir cuando ocurrió la tragedia. Foto: BBC News

Unidos por la música

Nicholas y María se conocieron en enero del 2017 y en marzo de ese año ocurrió la tragedia.

La muchacha para ese entonces era parte del coro de la iglesia y era líder de un grupo juvenil.

Además, era estudiante de lingüística en la Universidad de Brighton, y hablaba y escribía fluidamente español, inglés y coreano. Había hecho planes para irse a Corea del Sur a enseñar inglés y aprender de esa cultura.

“María era mi sueño hecho realidad, porque ya teníamos al varón. Era mi niña querida, la mimaba mucho. Éramos muy unidas, éramos amigas”, expresó doña Elizabeth a la BBC.

La relación entre ellas era tan estrecha que incluso la mamá sabía que su muchacha estaba comenzando a conocer a Nicholas, a quien de cariño le dicen ‘Nick’.

Tay recordó cómo fue el acercamiento entre ellos, calificándolo como una situación muy especial, ya que él es de Singapur y ella latinoamericana, por lo que pensaba: ‘¿Qué probabilidades había de que nos lleváramos bien?’

“Lo primero que nos unió fue la música. Yo le hablé de mi pasión y ella me motivó a unirme a la banda de la iglesia”, contó el joven.

En marzo del 2017 decidieron salir a comer una noche y al día siguiente pretendían madrugar para ir a caminar por las colinas de Surrey. Pero la tragedia se interpuso en su camino después de que tomaron mucho alcohol y ella le pidiera a él que manejara el carro para regresar a casa.

“Quizás por querer impresionarla, Nick se puso a manejar muy rápido”, asegura la mamá de la víctima.

Tay le da la razón ya que afirmó que pudo haber llegado a los 200 kilómetros por hora.

“Vi la curva y reduje la velocidad, pero no fue suficiente y perdí el control del automóvil. Las bolsas de aire salieron y lo siguiente que recuerdo es estar colgado boca abajo, agarrado por el cinturón de seguridad. Recobré la conciencia, pero me encontraba muy desorientado, buscaba a María a mi lado y no estaba”, recordó el muchacho.

Cuando logró salir del carro, vio que los paramédicos alistaban a la joven para llevársela en helicóptero, pues estaba muy grave.

“Cuando supe que había muerto, los sentimientos de dolor, culpa y vergüenza me hundieron. No me podía mover, estaba en el piso de la ambulancia, en posición fetal, me llevaron a un hospital, recuerdo que gritaba desesperado”, comentó. Luego lo arrestaron como sospechoso de conducción temeraria y de provocar una muerte.

Mamá sintió misericordia

Los familiares de María se enteraron de la desgracia poco más de cinco horas después.

Doña Elizabeth estaba en el centro médico esperando el cuerpo de su hija y en eso pensó en Nick y sintió preocupación por él.

“Fue ahí donde comencé a pensar que mi hija estaba muerta, pero Nick estaba vivo y seguramente necesitaba apoyo. Su hermano vivía en Inglaterra, pero sus padres estaban en Singapur.

“Yo apenas lo conocía. Solo sabía lo que María me contaba, pero creo que por eso, porque ella me había compartido cómo se estaba sintiendo con él, nunca le tuve ningún resentimiento. Mi esposo sí, al punto de decir, por la cólera que tenía: “Yo a este lo mato”, dijo la madre.

Elizabeth perdonó de inmediato al joven y lo quiere como si fuera un hijo. Foto: BBC News

Ella trató de ponerse en los pies del joven y pensar que no lo había hecho con intención.

“Para mí eso fue vital, como si Dios me hubiese dado una fuerza que yo ni siquiera sabía que tenía, que me permitió reaccionar así con el muchacho”, comentó.

Dos días después del accidente, los papás de María conocieron a Nick en la iglesia a la que van.

“Me dije: ‘Sí, esto es durísimo, pero aquí a nadie se le va a desgraciar la vida. En mi casa y a mi alrededor, eso no está permitido. Ya la desgracia pasó y ahí se acabó, ahí quedó'”, pensó la mamá.

Ese mismo día, don Fernando también lo perdonó y el muchacho no paraba de pedirles perdón.

“Cuando vi a Fernando y a Elizabeth los abracé y les dije: ‘Lo siento, lo siento muchísimo’. Se los repetía una y otra vez”, recordó.

Nick y Fernando Jiménez viajaron a Costa Rica en el 2019. Foto: BBC News

La policía presentó cargos contra Nicholas y él tuvo que dejar la residencia estudiantil, la familia de María lo invitó a vivir con ellos por un mes y medio.

Doña Elizabeth y don Fernando hicieron de todo para evitar que encarcelaran al joven. “Él no era un criminal, había cometido un error, sí, muy grave, pero eso no lo hacía un criminal”, decía la señora.

A Nick lo mandaron a la cárcel en noviembre del 2017 y salió en libertad casi dos años después, a finales de 2019. Luego hasta viajó con el papá de María a suelo tico, dijo que le encantan los chicharrones y espera que pase la pandemia para regresar. Además a Elizabeth a veces la llama ‘mami’.

La familia Jiménez se fue a vivir a Inglaterra en 1995, en la foto Josué, doña Elizabet, María y don Fernando. Foto: BBC News
Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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