Emerson Porras Vásquez murió a sus 14 años luego de practicar el deporte de sus amores; la natación.
Él falleció en el hospital San Rafael de Alajuela este viernes en la tarde. Minutos antes había estado entrenando en el Polideportivo Monserrat en Alajuela. En el centro médico les dijeron a sus familiares que Emerson tuvo un paro cardiorrespiratorio, pero será por medio de una autopsia que se determine, la causa de su muerte.
Jessica Vásquez y Claudio Porras, padres del adolescente, afirman que el dolor que sienten es infinito pues vivían por él. Ellos afirman que están muy orgullosos del único hijo que tuvieron.
“Ese día fue como todos cuando iba a los entrenamientos. Me dijo: ‘má voy a ir a hacer mis tiempos’. Él no estaba enfermo, la única explicación que tengo para lo que sucedió es que Emerson ya cumplió su propósito en esta tierra, entonces el Señor se lo quiso llevar, porque cuando cada ser humano cumple su propósito tiene que volver a su hogar y este es el cielo”, expresó Jessica, la mamá.
Incluso, su mamá recordó que hace tan solo un mes toda la familia se fue a hacer unos exámenes de rutina, entre estos un electrocardiograma y los médicos encontraron a Emerson muy bien de salud.
“Hace menos de un mes a mi esposo le regalaron en el trabajo un combo para que nos hiciéramos exámenes médicos incluyendo un electrocardiograma, la doctora me dijo que nunca había visto a un chico tan sano como Emerson. Él no padecía de nada, estaba supersano”, señaló.
El papá recordó que su hijo fue un milagro de la oración, ya que durante tres años le pidieron a Dios que su esposa quedara embarazada.
“Era un niño muy especial, lleno de Dios, oramos por él durante tres años para tenerlo porque la mamá no podía quedar embarazada, en el nacimiento casi se nos muere y fue forzado, su cabecita parecía una chupeta. Los doctores nos decían que no se sabía si se iba a desarrollar como los demás niños, que sería hasta que tuviera edad escolar que lo descubrirían, pero resultó ser un niño brillante”, recordó Claudio, el papá.
La mamá agregó que Emerson aprendió a nadar desde los tres años y a los cinco años les dijo que quería competir, fue así como llegó al Polideportivo de Alajuela donde se quedó.
“Desde los seis años y medio participó en competencias, estuvo en tres Juegos Nacionales e iba para el cuarto”.
“Había ganado muchas medallas, era muy exigente con él mismo, tenía muchos planes y siempre todo lo tenía a muy corto plazo, siempre decía: ‘lo que quiero ahora, lo que hago ahora, el mañana ya veré'”, recordó la mamá.
Emerson estaba en noveno grado en colegio Redentorista San Alfonso en Alajuela y era un excelente estudiante, incluso desde este año se estaba preparando para ganar los exámenes UCR, la U Nacional o del TEC, pues deseaba ser representante en natación en alguna de estas universidades.
Sus padres mencionan que Emerson contaba con una nutricionista porque le encantaban los deportes en general.
“A veces íbamos a un paseo y lo veía haciendo ejercicios, en la casa hacía calistenia (ejercicios físicos usando el propio peso corporal), era buen estudiante, le gustaba hacer buenos trabajos no entregar cosas mediocres. Algunos compañeros se peleaban por estar con él porque sabían que hacía las cosas bien, también le gustaba diseñar y soñaba con ser arquitecto o cineasta”, recordó su padre.
“Emerson era nuestra mayor alegría y ahora es nuestra mayor tristeza”, agregó.
Dentro de sus logros deportivos, Emerson ganó la Copa Internacional Juan Santamaría y lo escogieron como el mejor atleta de su categoría en natación durante dos ocasiones; también estuvo en la Copa Pirañitas.
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Le encantaba el inglés y quería aprender portugués, no obstante nada se lo guardaba para él, siempre compartía sus conocimientos con los demás y alentaba a sus conocidos a seguir esforzándose en clases o en el deporte.
Uno de los dolores más grandes que le quedó a sus padres es que Emerson les dijo que quería aprender a tocar piano y este sábado los padres le irían a comprar uno de sorpresa, no obstante el tiempo no alcanzó.
“Queríamos un mejor futuro para él, nuestra rutina estaba en sus estudios y los entrenamientos, por ahora estamos fortalecidos en lo que se puede, pero en la intimidad de la casa estamos despedazados”, explicó el papá.
Al muchacho lo sepultaron en el cementerio La Trinidad de Alajuela este domingo y los papás agradecen todas las muestras de cariño que les hicieron llegar.