Welmer Ramírez Campos, de 40 años, pasó una última noche muy especial al lado de su esposa y de su bebita de 2 años, la cual ahora consideran como la despedida que este quería darles antes que una mortal tragedia lo apartara de ellas para siempre.
Mito, como le decían de cariño a Ramírez, falleció junto a su amigo Greivin Alvarado Cruz, también de 40 años, la mañana del pasado Viernes Santo, luego de que la lancha en la que navegaban se volcó en las aguas del lago Arenal en Tilarán de Guanacaste. En ese accidente solo sobrevivió un primo de Welmer.
Julissa Méndez, esposa de Ramírez, le contó a La Teja que la noche del jueves pasaron un momento muy bonito en familia, el cual ella considera como el último adiós Welmer, pues lo vio demasiado feliz.
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“Una noche antes de la tragedia fuimos a comer a un lugar al que él quería que fuéramos y se comió lo que quería, aunque era un plato costoso, se dio el gusto y lo disfrutó.
“Andábamos con mi tía y la bebé, luego de comer nos vinimos y en el carro veníamos cantando karaoke, divirtiéndonos a nuestra manera, llegamos a nuestro pueblo, pero como no nos alcanzó el rato, solamente para seguir cantando nos fuimos hasta Nuevo Arenal y nos devolvimos, pasamos un rato sumamente lindo”, recordó Julissa.
Méndez contó que ella y su esposo vivían en el pueblo de Río Piedras de Tilarán y destacó que Welmer tenía 16 años trabajando para el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en labores de campo y mantenimiento.
“Para mí eso fue una despedida, porque él estaba más feliz de lo normal y él hizo todo lo que quería”.
— Julissa Méndez, esposa de Welmer.
Viaje de pesca
Junto con el fútbol, una de las grandes pasiones de Welmer era la pesca, sin embargo, por una u otra circunstancia tenía muchos años de no realizarla, sin embargo, por cosas del destino decidió retomar esa afición la mañana del pasado Viernes Santo en el lago Arenal.
“Él tenía alrededor de cinco años de no ir a pescar, de un pronto a otro le entró la ilusión de ir y todo lo tenía planeado para ese día, compró las cuerdas nuevas y estaba muy ilusionado”, contó su esposa.
Según Méndez, Mito salió muy temprano junto a su amigo Greivin y a su primo, pero antes de iniciar el viaje pasó a despedirse de ella, esa fue la última ve que estuvieron juntos.
“Ese viernes llegó como siempre, yo estaba donde mis papás, y se despidió de mí y de la bebé, y le dijo a a la bebé que a ella le faltaban dos añitos para que lo acompañara a las pescas y se fue”.
El accidente acuático ocurrió entre las 9:30 a.m., y las 10 a.m., cuando, al parecer, la marea volcó la lancha en la que navegaban los tres hombres.
“Dice el primo de mi esposo que todo pasó demasiado rápido, que cuando se dieron cuenta que había agua dentro de la lancha no tuvieron chance de nada, porque cuando iban a sacar el agua vino otra ola y les volcó la lancha, entonces empezaron a nadar y lamentablemente Greivin y mi esposo no pudieron salir”.
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Julissa se enteró del trágico hecho a eso de las 11 a.m., cuando recibió la llamada del hermano de Mito. Ella se fue al lugar y tuvo que afrontar la noticia de que los cuerpos de Welmer y Greivin no habían sido encontrados.
Tras una intensa búsqueda en el lago, los cuerpos de ambos hombres fueron recuperados por las autoridades la mañana del sábado.
Papá enamorado
Mito es recordado por sus seres queridos como un hombre noble y de gran corazón que vivía enamorado de su esposa y su pequeña bebita de nombre Mía.
“Él era un excelente papá, que amaba a su hija, todos los días él llegaba a verla, todos los días velaba porque nada le faltara, si tenía que sacar una chamba como uno dice, aparte del trabajo para suplir los gastos, él lo hacía”, dijo Méndez.
Julissa contó que Welmer siempre fue un esposo ejemplar, que se esforzaba por hacerla feliz
“Como esposo ni hablar y no lo digo porque ya no esté, sino porque él lo demostró, fue excelente, a pesar de su trabajo él llegaba a ayudarme siempre con las cosas de la casa y siempre se preocupó de que estuviéramos bien y que fuéramos felices”, agregó.
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La triste muerte de Ramírez fue un duro golpe para toda la comunidad de Tilarán, pues era una persona muy conocida y querida en la zona, principalmente por su manera de ser tan especial.
Los familiares y seres queridos de Welmer le dieron el último adiós en el funeral que se realizó este pasado martes en el cementerio de Sabalito.
Julissa contó que Welmer era quien se encargaba de llevar el sustento a su hogar, por lo que ahora ella y su bebita están en una situación complicada, por lo que cualquier ayuda será de bendición para ellas.
Si usted desea colaborar con esta familia puede hacerlo al teléfono 8416-5665, el cual también cuenta con Sinpe Móvil a nombre de Julissa Méndez.