Una poza del río Jorco, en El Huaso de Desamparados, no tenía nombre hasta este miércoles, ahora será conocida como la poza maldita.
Así la bautizó don Axel Somarribas, pues en ella perdió la vida su amado hijo, Dennis López Ramírez, de 11 años.
“Ahorita sí (va a tener nombre), la poza maldita que se llevó a mi niño”, le dijo a La Teja entre lágrimas.
La tragedia ocurrió la tarde de este martes en la comunidad de calle Lajas, en El Huaso de Desamparados, cuando Dennis y un amigo de su edad se estaban bañando en la mencionada poza y fueron sorprendidos por una cabeza de agua que los arrastró a ambos.
El amigo de Dennis luchó contra la corriente y luego de ser arrastrado por aproximadamente un kilómetro logró salir del agua en La Capri de Desamparados. El niño fue atendido por paramédicos que lo llevaron a la clínica Marcial Fallas en buenas condiciones.
Lamentablemente Dennis no tuvo la misma suerte, pues la corriente lo arrastró 5 kilómetros hasta Calle Fallas de Desamparados, donde la mañana de este miércoles su cuerpo fue encontrado por un grupo de rescatistas.
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“Con bomberos permanentes y voluntarios ingresamos al río y realizamos una revisión minuciosa en cada metro para localizar al niño, lastimosamente lo hallamos la mañana de este miércoles ya sin vida y dentro del río”, explicó el bombero Ricardo Mora.
Don Axel se derrumbó al enterarse que encontraron el cuerpo de su hijo, pues en el fondo de su corazón guardaba la esperanza de que Dennis regresara con vida a casa.
“Yo les agradezco muchísimo (a los rescatistas), pero yo todavía tenía esperanzas de hallarlo vivo, yo me imaginaba que él estaba así (se abraza a sí mismo) o que estaba agarrado de un palo, o de una piedra”, dijo Somarribas.
No se cansó de buscarlo
Somarribas, quien se gana la vida como guarda, contó que minutos antes del accidente, Dennis y su amigo estuvieron jugando bola en una propiedad cercana a la poza. Al parecer decidieron meterse al agua para refrescarse.
— Si usted desea ayudar a esta familia de escasos recursos con alguna donación puede comunicarse con don Axel al teléfono 6457-0895
“Hay una maldita poza aquí y el otro chiquito conocía la poza, entonces se fueron ahí y en lo que ellos se estaban bañando se les vino una crecida y se los llevó a los dos.
“El otro niño logró salir y dio aviso de lo que había pasado, apenas me di cuenta me tiré al río a buscarlo como loco, al rato los rescatistas llegaron a buscarlo por todo lado”, contó.
En medio de la desesperación por encontrar a Dennis, don Axel sufrió una caída y se lastimó la pierna derecha, pero ni siquiera esto impidió que siguiera buscando a su hijo por el río Jorco.
— “Dennis nunca había ido a esa poza, era la primera vez que iba, solo el otro chiquito que salvó conocía esa poza”, dijo Axel Somarribas, papá de Dennis.
Debido a la falta de luz los cuerpos de emergencia suspendieron la búsqueda el martes. Don Axel regresó a su casa, pero no pudo dormir ni un solo minuto, pues en su mente rondaba el pensamiento de que Dennis estaba ahí afuera y necesitaba que él lo rescatara.
“La búsqueda se reanudó este miércoles a las siete de la mañana, pero los cruzrojistas no buscaron en este sector, ellos se fueron río abajo, nosotros sí buscamos aquí, porque hay muchas piedras, yo pensaba que podría estar prensado, pero no, estaba allá (Calle Fallas).
“No se cómo puede sonar, pero el hecho de haberlo hallado es algo que alivia un poquito el dolor, porque vamos a poder darle su sepulturita, hay otros casos donde no se hallan, y gracias a Dios en este no fue así”, dijo el papá de Dennis.
Admiraba a su papá
El pequeño Dennis estaba en cuarto grado de la escuela Edwin Porras Ulloa, en calle Lajas, en El Huaso de Desamparados, y de grande soñaba ser como su papá.
“Él más que todo me veía como un ejemplo a seguir, yo trabajo en seguridad y él decía que quería ser como yo.
“Aunque a veces nos decía que él quería ser doctor, porque la mamá le decía que los doctores ganaban muy bien”, dijo Axel.
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Somarribas recordó a su hijo como un niño muy especial y con un corazón gigante, al que le encantaba hacer reír a los demás.
“Lo recuerdo como un niño alegre, necio en el aspecto de andar bromeando con la mamá, con la hermana y conmigo, y no lo digo porque esté muerto, sino porque así era, le gustaba jugar y hacer sus travesuras, como a todo niño”.
Último adiós
La trágica muerte de Dennis tocó el corazón de decenas de personas en Desamparados, especialmente de varios funcionarios municipales, quienes no quisieron quedarse de brazos cruzados ante lo sucedido.
Natalia Romero, encargada de comunicación de la Muni de Desamparados, contó que varios trabajadores se unieron y lograron recolectar más de ¢200 mil, los cuales usaron para comprar el ataúd del pequeño.
Además, Gilberth Jiménez, alcalde de Desamparados, le dijo a La Teja que están haciendo todo lo posible para ayudarle a don Axel y a su familia para que no tengan que gastar ni una sola tejita para darle el último adiós a Dennis.
“Nosotros podemos ayudarles con los gastos del entierro, para que no tengan que incurrir en un costo adicional, siempre y cuando sea aquí en nuestro cantón, podría ser en el camposanto La Piedad o en el cementerio central de Desamparados”.