Helman Rojas explotó en llanto al escuchar detalles de los abusos sexuales que habría sufrido su hija desde que tenía un añito.
Estos pormenores los escuchó en el arranque del juicio contra un familiar de apellido Chacón Leandro, de 46 años, acusado de violar a la niña. El debate se desarrolla, desde este jueves, en los Tribunales de Cartago, y comenzó a las 8:55 de la mañana.
El acusado de estos ataques es un agricultor identificado de apellidos Chacón Leandro, del que inicialmente se dijo que era pastor.
Chacón es abuelastro de la pequeña, ya que es el esposo de la mamá de Helman, además fue el papá de crianza de Helman.
Presuntamente por esta cercanía familiar es que el acusado habría aprovechado para abusar de la menor debido a que la niña pasaba en la casa de sus abuelos.
De acuerdo con el fiscal Joffry Salas y la abogada de la familia de la niña, Angie Arce, los abusos se habrían dado desde que la pequeña tenía un año, luego cuando tenía cuatro años, en el 2015, etapa en que la pequeña estaba en el materno.
“Cuando la niña tenía poco más de un año, la mamá le empezó a notar una irritación en la zona genital, la pequeña decía que le dolía. Extrañada porque la niña dejó los pañales desde los diez meses, la llevó a un médico quién le preguntó que si alguien estaba abusando de la chiquita porque aparentaba tener una infección vaginal”, detalló la abogada de la familia.
Agregó que como parte de la recomendación del doctor le practicaron a la niña unos exámenes que revelaron que tenía una infección.
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Cuando la menor tenía 4 años y estaba en materno volvió a presentar la infección genital. Y la abogada detalló como eran esos presuntos abusos.
Cuando se revelaban estos detalles, Helman bajaba la cabeza y se agarraba la cara, la cual se le puso roja y se le salían las lágrimas. Le tuvieron que dar agua para tratar de calmarlo.
En la narración de la fiscalía dijo que para el segundo semestre del 2015 la situación empeoró, porque la menor se comenzó a orinar en la cama, además, la maestra de la chiquita notó que se había vuelto más agresiva con los compañeros de clases, mientras que a las otras niñas les pedía que le dieran besos en la boca.
La mamá descubrió todo en abril del 2016 cuando, junto con la chiquita, veían televisión y en una escena una pareja se daba un beso. En ese momento la menor dijo: “que asco que a uno le den besos en la boca, pero lo peor es cuando le dan besos ahí” y se señaló las partes íntimas. En en ese momento la menor no respondió a las preguntas que le hizo su mamá, pero a los días dijo que eso le hacía el esposo de la abuela.
Familia dividida
Helman, el papá de la menor, dice que conoció al acusado Chacón desde que él era un niño, por eso lo veía como un padre.
“Lo veía como una figura paternal, lo respetaba de esa manera hasta el día en el que me di cuenta del error que cometió”
Contó que debido a esta situación la familia se dividió y ellos no volvieron a reunirse en casa de la mamá, en Pacayas, Cartago. Incluso para Navidad acostumbraban pasarla juntos, la última vez que lo hicieron fue para diciembre del 2015.
Menciona que además del dolor por el daño a su hija, también lamenta que su mamá y algunos hermanos no le crean a su chiquita ni a los exámenes de los doctores.
Acusado dice que todo es por una deuda
El acusado decidió declarar al inicio del debate, dijo que esta situación ha sido muy difícil porque no solo lo ha dañado a él, sino también a sus demás familiares.
Mientras declaraba al frente de los jueces se le quebraba la voz y señalaba que nunca imaginó verse involucrado en un problema como este.
Agregó que a él lo acusan de abusos sexuales por una deuda de ¢14 millones, debido a la venta de 250 quintales de zanahoria, que le prestó a Helman, el papá de la niña.
Chacón afirmó que las zanahorias se las dio para que Helman las entregara en una venta, sin embargo, habían quedado que a los días debía devolverle las zanahorias porque tenía que entregarlas a un supermercado que abastece.
"Aquí estoy luchando y defendiendo de algo que no hice", dijo el acusado.
Mencionó que él siempre ha tenido que ver con otros niños y asegura que ninguno puede decir que él les ha faltado el respeto. "Estoy en este lugar elevando mi cabeza, me siento en paz con Dios porque es algo que no he hecho"
El acusado también dijo que no era pastor, sino más bien ayudante en una iglesia. Contra él existían otras dos causas por presuntos abusos sexuales, una la quitaron y otra sigue en investigación.