Sucesos

Papá de niña que murió baleada: “La fui a vestir y se la entregué a Dios”

Don Álvaro Gómez cierra sus ojos y ve a su pequeña aplaudiendo el día de su cumpleaños

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Don Álvaro (gorra) asegura que su alma está destrozada. Foto: Cortesía Noticias Puriscal MG (cortesía Policía Municipal)

Don Álvaro Gómez Delgado, papá de la niña de cuatro añitos que murió al recibir un balazo cuando sus hermanos, al parecer, manipulaban un arma, ha vivido los dos días más duros de toda su vida.

“Ella era mi amor, mi vida, ella era todo para mí y ya no está. No le puedo explicar el dolor que siento en mi alma, ese vacío que no sé cómo voy a hacer. Solo Dios me va a dar fuerzas para yo poder vivir con este dolor, no sé por qué ese balazo no me lo dieron a mí y no a ella”, dijo el papá de Nicole.

Este padre nos contó que de los seis hermanos de Nicole, solo ella era hija de él. Don Álvaro tiene otras dos hijas grandes, pero son de otras relaciones.

“La fui a vestir y se la entregué a Dios. Fui con la mamá y con una de mis hijas, les dije que yo la quería ver, yo necesitaba despedirme de ella. Le compramos una ropita nueva para ponérsela... ¡Viera usted qué dolor sentí y siento, ella era mi motor!”, contó con dolor.

Él estaba en la casa cuando se dio la situación. Su hija le acababa de decir: “Papito, me voy a bañar”, cuando escuchó el balazo y en eso vio a uno de sus hijastros con el arma, luego lo escuchó gritar llamando a su mamá.

“Tengo tantos sentimientos al mismo tiempo, pero más que todo dolor. Yo le preguntó a Diosito por qué se la llevó si él sabía que era mi alegría. Yo me cansé de decirle a la mamá de mi hija que esos muchachos tenían que corregirse, ella no me escuchaba”, dijo el papá.

La niña será despedida en Puriscal este jueves. Foto: Policía Municipal Puriscal. (cortesía Policía Municipal)

Don Álvaro aseguró que desde hacía mucho tiempo ya no tenía paz por la convivencia que se daba en la casa, asegura que la situación era más dura de lo que nadie podría imaginar

“Yo le pedía a Dios todos los días y le decía: ‘Yo quiero irme de esta casa, yo no puedo vivir con esta gente que se droga’. Mi chiquita los veía fumando marihuana y la misma mamá los tapaba, yo hablaba con ella, con la mamá de la niña mía, y nunca hizo caso”, aseguró Gómez.

El señor tenía miedo de irse y que algo malo pasara, pero ahora tiene sentimientos encontrados por no haber podido actuar y evitar la tragedia que le destrozó la vida.

“Yo estaba protegiendo a mi chiquita, ya me habían dicho: “Váyase de esa casa antes de que se meta en un problema’. Mejor me hubieran pegado el balazo a mí y no a la chiquita porque yo ya tengo 56 años”, mencionó el papá.

“Lo único que me detenía en esa casa era mi chiquita. Yo voy a seguir con ese proceso legal, yo no quiero ver a ese muchacho (al muchacho que aparentemente disparó)”, añadió.

Don Álvaro aseguró que hoy el cuerpito de la pequeña llegó este miércoles a la comunidad de Grifo Bajo de Puriscal. La niña será velada en la casa de una hija de él, pues no quiere que vuelva a la vivienda donde ocurrieron los hechos y este jueves la despedirán a las 11 de la mañana en esa misma comunidad.

Este papá, además, nos contó que hace dos años y medio tuvo un grave accidente en moto al toparse con un perro que se le atravesó, entonces se cayó y se fue por la calle arrastrando al animal, por eso lo han tenido que operar varias veces.

Tiene el brazo izquierdo abierto y le tuvieron que cortar seis centímetros del hueso, por eso no ha podido conseguir trabajo porque sus brazos le quedaron mal, los mueve con mucha dificultad y una de las manos se le desmonta.

Los hermanos detenidos enfrentan la audiencia de medias, a ellos les decomisaron un arma. (cortesía Policía Municipal)

“Vea yo no soy de pedir nada a nadie, no me gusta. Yo para vivir he tenido que vender todo y me pasa esto en este momento. No tenía para pagar nada, mucha gente nos ha ayudado y se los agradezco con el alma porque yo quisiera poder hacer todo por mí mismo. Tengo que pagar ¢95 mil colones de los gastos del entierro que tengo que ver cómo los consigo y también el café y el pancito para despedirla como mi princesa se merece”, dijo el señor.

Si usted desea ayudarle a don Álvaro puede contactarlo al 8828-0237, número de Yener María Gómez Rostrán, hija del señor.

El papá finalmente nos dijo que agarra fuerzas cuando piensa en su hija celebrando el fin de semana su cumpleaños. Ella se quedó con la ilusión de estrenar los regalitos que le dieron en la celebración.

“La veo como sonreía y aplaudía mientras le cantábamos cumpleaños, estaba feliz”, dijo.

Los hermanos, de apellido Castro y Sandí de 28 y 19, enfrentan desde la tarde de este martes una audiencia para determinar si les impone o no medidas cautelares.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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